
Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Mike Arroyo es un vegabajeño que podemos considerar también como un vegabalteño, pero también es una persona reconocida en Puerto Rico y aun fuera de estas islas. Pero no lo sabemos debido a su humildad.
Sobrio, cariñoso, simpático, bueno. Aun sus palabras tristes no lo parecen pues detrás siempre hay una fuerza impulsadora para la trascendencia que le ha formado su carácter balanceado, respetuoso y sumamente creativo. Lo que nunca vemos en él es la expresión destemplada o hiriente aun en momentos en que sabemos que se le ha tratado mal.
Es un músico extraordinario al que muchos otros músicos de primer orden se le unen o permiten que el sea parte de ellos. Ha grabado para la posteridad canciones de otros y las compuestas por él. Su repertorio es vasto, aunque tiene preferencia por la música de jazz.
Su vida ejemplar le permite haber continuado el mensaje evangelístico de su padre y es también pastor de una iglesia en la comunidad Breñas en Vega Alta. Se ha dedicado a otras cosas como la educación musical, todas dentro del órden social y provecho colectivo. Ha organizado numerosos conciertos y presentaciones y por muchos años ha organizado el Concierto de Gratitud al final de cada año.
Mike Arroyo es un ciudadano ejemplar, importante para nuestro pasado y presente vegabajeño y de seguro ya tiene su espacio en nuestra historia.
