Sin señales de terminar restauración del edificio de la Casa Alcaldía

Por Thomas Jimmy Rosario Martínez

Varias décadas atrás, en uno de los escritos usuales que hago desde 1971, sugerí que la Casa Alcaldía debía regresar a sus líneas arquitectónicas originales. En un momento en que se necesitó más espacio para cumplir con el servicio que brindaban el alcalde y la asamblea municipal se construyó un cuarto piso y un quinto piso cercado y al aire libre para actividades. En ese momento se sacrificó la posición original del reloj y se le colocó en una esfera improvisada, dañando el edificio y con el tiempo, colocándolo en una posición peligrosa de derrumbe.

El alcalde Marcos Cruz Molina tomó la iniciativa de restaurarlo, aprovechando la ocurrencia del desastre del huracán María que afectó su interior. Su plan de hacerlo funcional, seguro y devolviéndole la forma original es una loable iniciativa de gobierno. A la vez, promete ser un legado cultural para iniciar el segundo centenar que se comenzó en la alcaldía de José (Pepe) Cestero Guardiola.

Por la rotulación, parece que han pasado tres años del comienzo del proyecto. Sabemos que hubo una interrupción de las labores porque se encontraron vestigios de la construcción anterior, pero nunca se informaron los hallazgos arqueológicos, si alguno. Pero no se ve movimiento en la construcción. Penosamente, también sus tres relojes están ausentes y los colores que le han dado a la cúpula y a las paredes exteriores no son los apropiados pues parece otro edificio de la Iglesia Católica que tiene al lado este en lo que el gobierno español determinó por legislación para simbolizar la separación de la Iglesia del Estado.

Además de estar cerradas las instalaciones municipales, no hay paso por la calle José Francisco Náter. En la Calle Acosta, hay muchos edificios cerrados que se están deteriorando y sin uso porque el problema de la construcción no permite el flujo adecuado y la comodidad para visitantes, especialmente buscando estacionamiento en un lugar donde se llenan pronto los disponibles. Eso hace que ningún negocio sea rentable para comercio. Todos perdemos, pero el gobierno municipal también, al no recibir el dinero de patentes ni del impuesto por artículos y servicios.

Los vegabajeños nos hacemos muchas preguntas. Hay varias versiones, incluyendo la de que esto se inaugurará en el próximo año porque es año de política y estará más fresco en la mente de los votantes el logro indiscutible de que esto se termine y se pueda usar. Sólo me sustraigo a mi ignorancia, porque el gobierno municipal, poseedora de buenos medios para comunicar la actividad diaria, semanal y mensual, nada dice de sus atrasos, sus pausas y anuncios de cosas que nunca se logran. Está ausente una comunicación efectiva no solo de parte de la rama ejecutiva, sino también de la rama legislativa del gobierno municipal de Vega Baja.

Deja un comentario