Actualidad Política: ¿Es Marcos Cruz el dueño del cargo de alcalde?

Por Thomas Jimmy Rosario Martínez

Una amiga muy querida y distinguida escribió que Marcos Cruz Molina es dueño de la posición de alcalde de Vega Baja. Entiendo que hay muchas modalidades al culto de la personalidad, pero eso no es correcto. No me molesta que lo diga, entiendo las pasiones politico partidistas, el agradecimiento y admiración a los líderes y a los funcionarios gubernamentales, pero eso no es correcto de hecho ni de derecho.

Estoy seguro que racionalmente todos sabemos que los cargos públicos, al contrario de los puestos, empleos y contratos municipales, tienen fecha de caducidad. Si bien los puestos y empleos tienen un periodo probatorio y los contratos una fecha de expiración cierta por el tiempo contratado, al final se logra la incumbencia indefinida que solo termina por muerte, retiro o despido con causa y luego de un procedimiento para garantizar el debido proceso de ley.

Los cargos públicos elegibles tienen una duración de sólo cuatro años. En Vega Baja, el término dispuesto para el alcalde y los legisladores municipales es de cuatro años, igual para los demás cargos electivos del gobierno estatal como legisladores del Senado y la Cámara, Comisionado Residente y Gobernador.

Ninguna persona puede aspirar a ejercer su poder un día más del dispuesto. No tiene que renunciar, automáticamente es desplazado cuando el nuevo elegido toma juramento.

En Vega Baja, el término de alcalde de Angel Sandín se acortó por su muerte. El del «alcalde eterno», como se llama a Luis Meléndez Cano se dió cuando Edgar Santana juramentó como alcalde ante el juez De Jesús un día antes de la actividad protocolar pública de juramento ante el juez Melecio en la Plaza Pública. Como representante del alcalde electo, una vez juramentado, solicité las llaves de las dependencias municipales a Luis Meléndez Cano previo acreditar su juramentación, quien me refirió a mi maestra Tere Camacho, quien me entregó un «racimo» de más de cien llaves de la Casa Alcaldía.

Cuando Edgar Santana fue declarado culpable, ya no estaba en posesión de su cargo pues fue suspendido con anterioridad. Hubo una alcaldesa interina y luego recayó el cargo interinamente en Francisco Fernández hasta que fue elegido el sucesor de Santana, que mediante una selección interna del Partido Nuevo Progresista a nivel local en que participó José Galán como contendor, fue elegido el Presidente de la Legislatura Municipal, Ivan David Hernández González.

Debe haber habido una especie de transición, pero no lo sé. Al menos como la ley disponía, no lo creo, pues eso se refiere más al cambio de gobierno por elección general, cuando hay que hacer con tiempo unas provisiones preventivas de información y documentación y hacer un comité con representantes del alcalde saliente y el entrante. Tengo entendido que no hubo esa transición ordenada cuando Luis Meléndez Cano sustituyó a su tío Rafael Cano Llovio en 1973.

Cuando Marcos Cruz Molina fue elegido alcalde, éste también tuvo dos juramentaciones. Cuando realizó la primera en el Teatro América para un grupo reducido de personas, ya tenía la posesión de los inmuebles municipales, pues el alcalde Hernández hizo entrega antes de la juramentación oficial.

Solo un loco como un incumbente Donald Trump puede pretender quedarse mas tiempo del que la ley dispone para la posición de alcalde, como lo trató de hacer en la posición de Presidente. Generalmente, los alcaldes no esperan que su sucesor pise la Casa Alcaldía, se van antes, supongo porque el dolor intenso de la pérdida de poder los entristece. Lo único que les queda, son los recuerdos.

Es como dice la canción: «Dueño de ti, dueño de qué, dueño de nada. Dueño del aire y del reflejo de la luna, sobre el agua.»

Deja un comentario