Se le pasa la mano a Marcos Cruz
(Publicado el 6 de febrero de 2014 en el Diario Vegabajeño de Puerto Rico)
Por Thomas Jimmy Rosario Martínez DVPR
Con la demolición de la Junior High, debe llegar la reflexión sobre qué hacer con nuestros edificios ahora para no esperar que el tiempo se lleve lo que queda. Ya el alcalde ha empezado la renovación de la Casa Alcaldía, acción que podría peligrar con la situación económica que presupone el corte general, consecuencia de la degradación de los instrumentos de inversión de Puerto Rico.
Desafortunadamente, para la empresa privada debe ser la misma regla. Un pueblo muerto económicamente no tiene incentivos para motivar negocios nuevos o renovar los existentes. En este año se van tres negocios de la Calle Acosta y cerca de seis de la Calle Betances. Sólo falta el certificado de defunción y como ya la Funeraria Palín se fue con Los Panchos también, habrá que aplicarle la cremación para contener la polilla que hay en los edificios viejos.
El Instituto de Cultura, por una gestión del alcalde de Vega Baja, ha comenzado a enviar una carta indicando que los dueños han cometido violaciones al Reglamento de Edificios en Zona Histórica. El propósito del alcalde es que el pueblo se vea más bonito propiciando pintar con una carta de colores preescogida, pero eso se inicia con una campaña de orientación y no con amenazas, como nos indicó hace unos meses. El alcalde tiene buena intención, pero ha metido la pata propiciando una confrontación innecesaria y menos en estos tiempos de carencias.
El mismo arquitecto que envió la carta de referencia fue el que autorizó la demolición casi total del edificio de Junior High.


