
Por Edgardo Santiago Canales
Miren mi gente, no hay peor político que aquel que no ejerció la función de mejorar la calidad de vida de sus constituyentes.
No se trata del que haga grandes edificios para después ni mantenimiento darle. No se trata del que promueva grandes inversiones para el esparcimiento que luego termina siendo un atractivo para el desenfreno grandes inversiones para el esparcimiento que luego termina siendo un atractivo par el desenfreno, el exceso y la violación a las leyes, no, no se trata de eso.
Se trata del que se atreve a combatir la pobreza, que busca soluciones a los grandes desafíos y limitaciones que enfrentan los de a pie en salud, seguridad y educación, de aquel que lo da todo por rescatar a los espacios públicos, para la gente.
De esto es lo que se trata. Y temo que bien pocos de los que hoy están en los puestos de mando del gobierno y sus ayuntamientos se atrevan a elaborar una gesta tan ambiciosa para muchos como la aquí mencionada, porque sería nefasto para aquellos que lo único que buscan es llenar sus bolsillos.
