
Los que me conocen saben que desde el día uno he estado a favor de la demolición de la Casona.
Como Legisladora Municipal y luego de haber hecho el correspondiente análisis sobre la Resolución para el alquiler con derecho a compra indique que esto debía llevarse a vista pública y no se tomo en consideración nuestra propuesta por lo que le voté en contra.
El tiempo me dio la razón y aunque fue aprobada por la mayoría de legisladores populares el primer ejecutivo no tuvo otra alternativa que citar a una vista publica, que posiblemente el pensó nadie le iba asistir, pero se equivocó, porque el Teatro América estuvo repleto viendo la mejor obra de teatro sin un guión escrito y con la cantidad más grande de actores que ningún pueblo haya tenido.
Yo fui una de ellas y no escribí ningún guión pero si le hice saber que el tiempo me dío la razón porque todo se hizo al revés, siendo esa vista pública lo primero que se debió hacer.
Mi evidencia de participación en esa vista está escrita y documentada. Como también está documentado mi voto en contra en la legislatura local.
Desde el día uno estoy a favor de la demolición de un edificio que no aporta, ni aportará nada a la comunidad, ni al ecosistema y que con el pasar del tiempo se ha convertido en otro despilfarro mas de dinero de mentes inescrupulosas que en un momento dado solo pensaron en sus intereses personales.
Si este efificio se hubiera terminado y se le hubiera dado el uso apropiado en su momento la historia sería otra. Pero luego de miles de pataletas y discursos de un primer ejecutivo que durante 12 años lo único que ha sabido hacer es echarle la culpa a la administración pasada, no podemos dejar pasar en alto esta situación. Porque todos estamos de acuerdo que la administración de Santana cometió errores crasos, pero también debemos dejar la historia como lo que es HISTORIA y continuar con buenas obras para un mejor futuro. De la historia aprendemos. Desperdiciar el tiempo actual pensando en lo que fue no nos lleva a construir un mejor futuro.
El futuro de la Casona ya fue escrito y se llama DEMOLICIÓN.
De la misma forma lo hicimos con la antena de telecomunicaciones de Alturas y El Rosario. Levantamos nuestra voz, sacamos los documentos aprobados por la Legislatura y el Primer Ejecutivo de nuestro pueblo donde en junio del 2013, a sólo seis meses de su juramentación aprobaron y que 10 años más tarde se les olvidó que habían aprobado la misma. Y eso le costó al erario público cientos de miles de dólares, que pudieron ser usados en mejoras permanentes y que fueron utilizados para pagar al bufete de abogados por un caso que el pueblo tenía gano sin tener que utilizar fondos públicos. Y esto pasará a nuestra historia escrita.
Es muy fácil llegar de momento con un proyecto de construcción, sea cual sea, para tratar de obtener el beneficio político de un pueblo que dejó de creer en sus líderes políticos por las muchas mentiras que se le ofrecen. Como también es fácil llegar a prometer villas y castillas, a tocar de oído como dicen los músicos, sin saber leer música y menos tocar un instrumento.
Llegan a ofrecerle maravillas a un pueblo en decadencia por el miedo de un administrador al no buscar los fondos estatales y federales existentes para mejoras permanentes de nuestro pueblo. Nadie ha dicho que sea fácil, pero se puede.
Un pueblo al que por conveniencias de unos pocos se le ahogan con politiquería barata, falta de sensatez y el diálogo correcto con las personas afectadas. Donde una legislatura vuelve a ser denominada como sello de goma. Donde el uso del mollera es ejecutado por hombres y mujeres de nuestro pueblo por el miedo de perder su sueldito quincenal. Donde un empleado que tiene que ofrecer un servicio al pueblo se le escucha gritarle al inquilino, al dueño del negocio que paga sus patentes al dia. Donde un jefe de agencia le falta el respeto a sus mayores, peor aún a la persona que le paga su sueldito o sueldazo quincenal. Todavía no han entendido que hasta el primer ejecutivo tiene un jefe que le paga su sueldo. Todavía no entienden que su jefe es el pueblo, que es el pueblo quienes le pagan su sueldito mensual y también quienes los sientan o los sacan de su silla.
Cuando entiendan eso serán los líderes que el pueblo necesita.
No ofrezca lo que no puede o no quiere cumplir. Sea honesto diciéndole a su gente que ese primer año de gobierno hay que trabajar con el dia a dia de lo que te dejaron hasta lograr conseguir el funcionamiento adecuado y correcto que el pueblo necesita. Es hora de dejar de decir tantas mentiras y hablarle al pueblo de cosas reales, dejemos de vivir como Alicia en el país de las maravillas.
Vega Baja necesita un líder con visión, con la habilidad de tomar buenas decisiones para el bien común de todos los vegabajeños, pero son ustedes los vegabajeños quienes tienen la última palabra, yo les ofrezco el compromiso y la disposición para hacerlo.
Dios ilumine a cada vegabajeño en su decisión final. Dios me ayude a continuar en mi diario caminar por un mejor Vega Baja .
