
Vega Baja a Manatí por el Camino Real.
El trabajo de mensura entre las iglesias de Vega Baja hasta Manatí se llevó a cabo a lo largo del antiguo Camino Real el cual existía al menos desde el Siglo XVIII.[1] Para el trabajo de mensura, el agrimensor hizo uso de un teodolito[2] y de una cadena de quince varas castellanas.[3] Los actuarios tomaron tres días para completar el mismo. La mensura inició en la entrada principal de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario el dia 13 de enero de 1847 y concluyó frente a la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria y San Matías Apóstol el dia 15 de enero de 1847. Durante el recorrido a lo largo del Camino Real, no se destaca ningún aspecto del entorno natural.
Una vez concluido el trabajo de mensura, el agrimensor Don Félix Napoleón Desjardins, anota en su certificación que la distancia entre ambas iglesias era de “…una legua y ochenta y cinco cuerdas, sesenta y nueve varas ó ciento setenta y cuatro cuerdas, sesenta varas…» El día que concluyeron el trabajo de mensura éste se acuartela en una casa del pueblo de Manatí para hacer los cómputos de la mensura.
Con el propósito de completar la mensura de las dos leguas para fijar el punto céntrico entre ambas poblaciones, anota Desjardins que “…volvimos al punto donde se había fijado la legua jeométrica desde la Yglesia de Vega baja á la dirección de Manaty para medir desde dicho punto a la parte del Este una cuerda y treinta y seis varas que es la mitad de la diferencia de la distancia que falta para completar las dos leguas de Yglesia a Yglesia…”
Desde el Camino Real hacia el Norte hasta el mar.
El trabajo de mensura hacia el Norte del punto céntrico del Camino Real se llevó a cabo entre los días 26 y 28 de enero de 1847.La misma se extendió hasta el litoral marino. Dicho transecto alcanzó una extensión de 89 cds. y 30 varas castellanas. Al igual que a lo largo del Camino Real, clavaron estacones provisionales a cada diez (10) cds. donde las condiciones topográficas lo permitieron. En comparación con la extensión de los restantes transectos, éste fue el de menor extensión.
Una de las dificultades confrontadas por los actuarios fue el hecho de que el rumbo se había trazado a lo ancho de la laguna y de los extensos poyales[4] existentes hacia el sur de la misma. Lo que los obligó a vadearlos por la parte oriental de la laguna.Además informa éste que el ancho de la laguna era de 12 cds. y 30 varas castellanas. Anotó el agrimensor que “…dirigiéndose al mismo rumbo del Oeste franco se midieron catorce cuerdas hasta el frente del estacón de tabaiba situado á la parte del sud de la referida laguna grande: desde este mismo lugar se tiró el rumbo al sud franco con una distancia de cinco cuerdas y cinco varas castellanas hasta la orilla de la susodicha laguna por parte del Norte y volviendo al punto donde quedaron las catorce cuerdas ya mencionadas, se continuó la línea al Norte franco… a una distancia de treinta y tres cuerdas hasta llegar á la playa habiendo hecho clavar estacones provisionales en dicha línea á cada distancia donde le permitió la naturaleza del terreno…”[5]
Desde el Camino Real hacia el Sur hasta Morovis.
El rumbodel Camino real hacia el sur hasta Morovis fue el de mayor extensión. De hecho, anota Don Félix Napoleón Desjardins que “…ascendiendo la misma línea á la distancia de ciento veinte y una cuerdas y cuarenta y nueve varas castellanas ó una legua treinta y dos cuerdas y cincuenta y ocho varas castellanas…” (121 cds. 49 varas castellanas ó 1 legua 2 cds. y 58 varas castellanas). El trabajo de mensura hacia el sur inició el 29 de enero de 1847 y concluyó el 23 de febrero de 1847.
Al igual que en los otros rumbos, se establecieron puntos provisionales a cada 10 cds. De hecho, las observaciones hechas por el agrimensor sobre las especies de árboles usadas como estacones representan un importante acopio de datos que nos permiten en la actualidad no solo entender por qué se desarrolla una vigorosa industria maderera en dicha región sino el uso de nombres comunes para identificar las especies. Las dificultades que confrontaron tanto con la condición selvática de la región como lo accidentado de su topografía se detallan para brindarnos una minuciosa descripción del entorno natural que encontraron los actuarios durante su trabajo y como lo mismo incide en el trazado fronterizo.
Como territorio rayano, esta región contuvo la estructuración de pequeñas propiedades por corresponder en gran medida al desmantelado hato de Pugnado. De hecho, el desmantelamiento del mismo puso en manos de nuevos grandes terratenientes el otrora hato de ganado mayor. Dicho proceso favoreció a Don Juan Soler Roig quien explotó dichos bosques para la comercialización de sus maderas. Para dicho periodo la pequeña propiedad no ganaría terreno.
Un transecto lineal: La flora referenciada.
La mensura hacia el sur del Camino Real comenzó el 29 de enero de 1847 y concluyó el 23 de febrero de 1847. Ya anotamos que el nuevo transecto alcanzó una extensión de “…ciento veinte y una cuerdas y cuarenta y nueve varas castellanas ó una legua treinta y dos cuerdas y cincuenta y ocho varas castellanas…” A lo largo del transecto, el agrimensor llevó un registro detallado de las especies de árboles que se encontraron en el rumbo y que se usaron como puntos de referencia en el trabajo de campo.[6]
Aunque las observaciones hechas por el agrimensor sobre las especies de árboles estuvieron en función de la mensura, puso en práctica una técnica de observación y registro de datos usados en el estudio de la flora. Hace un registro de noventa y cuatro árboles (94) los cuales correspondían al menos a cuarenta y siete (47) especies[7] distintas a lo largo del transecto. (Ver Documento 5)Entre éstos, los más abundantes fueron la Yaya(Haya minga) (Guatteria blainii (Griseb.) Urban) (8-8.51%); el Ortegón (Coccoloba swartzii Meisn.) (6-6.38 %); el Guamá (Inga laurina (Sw.) Willd.) (5-5.31 %); el Ausubo (Manilkara bidentata (A.DC.) Chev.) (5-5.31 %); el Boje (A identificarse) (4-4.25 %); el Palo Blanco (Casearia guianensis (Aubl.) Urban) (4-4.25 %); el Hucar (Bucida buceras L.) (4-4.25 %); el Roble (Tabebuia heterophylla (DC.) Britton) (3-3.19%); laGuallabota(Eugenia stahlii (Kiaersk.) Krug & Urban) (3-3.19 %); y el Corcho (Torrubia fragans (Dum. – Cours.) Standley) (3-3.19 %).
El uso de árboles como estacones.
Siguiendo las instrucciones recibidas[8] de establecer puntos provisionales con estacones a cada 10 cds. a lo largo de los transectos de mensura donde las condiciones topográficas lo permitieron, aprovecharon los árboles disponibles en el entorno natural como puntos provisionales si se encontraba alguno en el transecto o para fabricar los estacones necesarios. Dicha particularidad solo se atendió en detalle cuando se condujo la mensura hacia el sur del Camino Real.[9] Un total de nueve (9) especies de árboles fueron usadas para fabricar los estacones.[10] Si algo queda claro en la selección de las especies de árboles es que no hubo preferencia por ninguna especie en particular.
Asumimos que se trataba de maderas nobles de manera que duraran los puntos, aunque fueran provisionales. El marcado de la legua geométrica entre Manatí y Vega Baja se hizo con un estacón de un árbol de boje.[11] El mismo sirvió como punto para llevar a cabo la mensura tanto hacia el norte como hacia el sur del Camino Real. Nos parece relevante el hecho de que para identificar los puntos B, C y D se hiciese uso de estacones de Ortegón, boje e hicaquillo, respectivamente. Particularmente cuando existía la expectativa de que dichos puntos fueran establecidos de forma permanente. Aunque desconocemos si usaron como criterio de que se trataba de maderas nobles, el hecho de que se seleccionaran las mismas tiende a sugerir que ese fuera el criterio.
El paisaje rural.
Llano Costanero del Norte
La mensura a lo largo del Camino Real carece de una descripción del entorno natural. Tal vez, la descripción más antigua y amplia fue la hecha por el fraile benedictino Agustín Iñigo Abbad y Lasierra cuando compara las dunas de arena silíceas con un suelo “siempre nevado”.[12] Dicha facción geomorfológica sería usada como referencia topográfica y el barrio se conocería en lo sucesivo como las Arenas Blancas. Al georeferencial el trazado del Camino Real sobre el catastro de suelos de la región encontramos que en efecto el mismo fue trazado sobre una amplia diversidad de suelos arenosos.[13] (Ver Mapa de Suelos Arenosos)
Los poyales o marismas que conforman parte de la laguna cubrían un área mayor que en la actualidad. De hecho, cuando se estableció en 1768 la raya entre los pueblos de La Vega y Manatí el punto céntrico estaba ubicado a orillas de la Ciénaga del Pajuil.[14] El poblado de Vega Baja se había establecido en una pequeña área elevada bordeada por áreas susceptibles a inundaciones. (Ver Mapa de Zonas Inundaciones) Las extensas marismas y lagunas existentes en las inmediaciones del poblado se veían como las responsables de los continuos brotes epidemiológicos; tema recurrente en el debate de los Cabildos Constitucionales. Basados en dicho enfoque salubrista, la desecación de marismas y lagunas se advertía necesaria para el bienestar de la gente.
Carso Norteño.
Si algo caracteriza el entorno natural del rumbo trazado hacia el Sur, son los mogotes calizos y los llanos arcillosos. Hacia el Sur del punto de la legua geométrica encontramos una cadena de mogotes previa a extensos llanos arcillosos donde los actuarios informan haber medido a través de distintas propiedades y que quedan delimitadas por el Sur por una extensa región de mogotes calizos que se extiende hasta el sector de las Cuadrilleras en la penillanura moroveña.
Al momento de llevar a cabo la mensura, hacia el Sur de los llanos arcillosos encontraron los remanentes del desmantelado hato de Pugnado y hacen referencia a Doña Rosa López Correa[15] como heredera.Tanto los accidentes del terreno como la densidad de la vegetación y la distancia desde el lugar de salida de los actuarios representaron una seria dificultad para el trazado del Sur de la raya. A tal extremo de que el dia 15 de febrero de 1847, parte de los actuarios tuvieron que acampar en Palmarejo. Observa Desjardins que “…la operación que se practicó en este día obligó á la mayor parte de la comisión á quedarse en el lugar nombrado Palmarejo por estar más inmediato al punto de deslinde, encontrándose dicho punto á una distancia de la población de más de dos leguas, comprendidas todas en vueltas y quedando todos enterados de que se continuará el día de mañana…”[16]
Trazado fronterizo en función de características técnicas.
Aunque el trazado de la raya entre Manatí y Vega Baja tenía como propósito anticipado la definición del ámbito jurisdiccional de forma equidistante entre ambos municipios, el trazado tanto hacia el Norte del punto de la legua geométrica como hacia el Sur de la mismaadoptó formas particulares en función de las características geomorfólogicas de la región. Los tipos de trazado que predominaron fueron el poligonal, el orográfico y el fluvial.[17]
El historiador catalán Joao Capdevila i Subirana identifica el trazado poligonal como aquel donde se unen los lindes mediante líneas rectas. De igual modo el trazado orográfico es definido en función de los elementos naturales que son usados como referentes en el trazado. Mientras que el fluvial se relaciona con el curso de las aguas, una torrentera o el fondo de un barranco.[18]
Al estudiar las características del trazado de la raya encontramos que en el rumbo del Norte las extensas marismas de la laguna y el contorno del litoral marino sirvieron, dentro del trazado fluvial, como referentes para la delimitación fronteriza. Hacia el Sur se siguió una acequia existente en las cercanías del Linde B en el sector de las Cuadrilleras. El trazado fluvial fue el segundo en extensión alcanzando 2,400 metros. Dentro de dicho trazado solo encontramos dos (2) puntos provisionales. Lo que representa un punto a cada 1,200 metros.
De forma descendente, le sigue el trazado orográfico. El mismo se conforma en respuesta a la topografía accidentada que presenta el carso norteño y que encuentran durante la mensura del rumbo del Sur. La existencia común de mogotes calizos y farallones en dicha región obstaculizó en más de una ocasión el trazado poligonal. Los actuarios se vieron obligados a evitar los obstáculos desviándose y secuencialmente volviendo al rumbo poligonal originalmente establecido.
Dentro del trazado en 1649 metros los actuarios tuvieron que salvar los “elementos naturales” que no le permitieron seguir el trazado poligonal. Dentro de dicho trazo se fijaron seis (6) puntos provisionales. Lo que representó un punto provisional a cada 274 metros. Tanto el trazado orográfico como el fluvial representaron variaciones del trazado poligonal que predominó en la mensura.El resto del trazado fue poligonal y alcanzó una extensión de 9,200 metros con un punto provisional a cada 1314 metros. La extensión total de la raya fronteriza fue de 13,249 metros.
De Norte a Sur, las facciones geomorfológicas destacadas en el trazado fueron Punta Cantagallo o Chivato en el litoral marino donde se fijó el Linde D. (Trazado Fluvial); los depósitos de Arenas Blancas existentes al Sur de la Laguna Grande o Tortuguero donde se fijó el Linde C (Trazado Poligonal); los mogotes calizos del Carso Norteño (Trazado Orográfico); y la penillanura del Sur identificada como la Cuadrillera donde se fijó el Linde B (Trazado Orográfico). Aunque no tenemos información que precise si se siguió la colindancia de alguna propiedad, la evidencia documental sugiere que en efecto se siguió el trazado en coincidencia con una de las propiedades localizadas hacia el Sur del punto de la legua geométrica.
El Sistema de Información Geográfica (SIG) en la reconstrucción histórica: Instrucciones para construir los lindes de mampostería entre ambas jurisdicciones.
Ya hemos anotado que la mensura del Camino Real entre los pueblos de Vega Baja y Manatí tomó dos (2) días.[19]Una vez concluido el trabajo de mensura, el agrimensor Don Félix Napoleón Desjardins redacta un informe el 1 de marzo de 1847, para certificar que el trabajo se había llevado a cabo de acuerdo a las instrucciones recibidas.[20]Recibida la certificación por O’Neill, éste somete el informe a Aristegui y Vélez[21]para su aprobación. Poco tiempo después, el 21 de mayo de 1847, O’Neill le envía un Oficio a Izquierdo, impartiéndole instrucciones para que les informara a las autoridades municipales de Manatí y Morovis que el deslinde había sido aprobado y que el mismo entraría en vigencia a partir del 1 de enero de 1848.
Además le instruía a Izquierdo que “Prevendrá U. al Teniente á Guerra de ese pueblo que desde luego procederá á establecer un linde de mampostería en el punto dividente de ambas jurisdicciones designado en el plano con la letra C; otro en el punto con Morovis señalado con la letra B, y otro en la inmediación del mar en el dicho estremo letra D, debiendo U. citar nuevamente á los Sres. Teniente á Guerra, luego que se hayan construido dichos lindes para que se enteren de que se hallan en los puntos estremos y medio de la línea divisoria y poniéndolo por diligencia que firmarán con U. para la debida constancia.”[22]
Descripción de los lindes de mampostería.
Provisionales.
Cuando el Gobernador y Capitán General Don Miguel de la Torre envía la Circular No. 60 del 10 de mayo de 1824, requiriendo información sobre el municipio, el Teniente á Guerra Don Manuel Joaquín de Navedo le informa que las “guardarrayas” del municipio de Vega Baja con los municipios de Vega Alta[23] y Morovis[24] eran “reconocidas”. Pero que sólo eran “reconocidos” dos puntos con el municipio de Manatí. Dichos puntos estaban localizados uno en la costa y el otro a orillas de la Ciénaga del Pajuil en el Camino Real.[25]
Los dos puntos “reconocidos” habían sido amojonados cuando se llevó a cabo el deslinde entre los municipios de Manatí y La Vega en 1768.[26] Aunque desconocemos si dicha delimitación entrañó algún conflicto entre las partes, el conflicto afloró años después tal y como se aprecia de la descripción que nos presenta el Teniente á Guerra de Vega Baja Don Manuel Negrón Maldonado en una comunicación enviada al Gobernador y Capitán General e Intendente donde describe el territorio como “…un retazo que jamas puede ser de mayor utilidad ni nombre…”[27] De hecho, el propio Negrón Maldonado informa que “y por convenio del primer Tene á Grra que se nombro en dha vega, este con el de Manati determinaron un punto provicional sin otro requisito que señalar un Arbol en el Camino Real.”[28]De dichas declaraciones se desprenden dos cosas; primero, que el punto establecido era considerado provisional y segundo, que nunca se construyó un linde de material limitándose a señalar un árbol como punto.
Una vez concluída la mensura entre las iglesias de ambas poblaciones,O’Neill le ordenó a Izquierdo queiniciara el deslinde de Norte a Sur del territorio partiendo de un punto equidistante “…estableciendo gruesos estacones de diez en diez cuerdas de distancia, los que bajo la responsabilidad de los jueces territoriales de ambos partidos deben de permanecer intactos hasta que aprobado el deslinde por el Superior Gobierno se inplanten por lindes de mampostería…”[29]
Cuando concluyó el trabajo de deslinde el 27 de febrero de 1847, en la convergencia de los municipios de Morovis, Manatí y Vega Baja“se clavó en tierra un estacón de ortegón con el grueso de tres cuartas y cuatro pulgadas y una altura de una vara y tres cuartas desde la superficie de la tierra á la parte superior con tres cruces al costado, una al Este, otra al Oeste, y otra en la parte del Norte, en su cimiento se enterraron piedras malacanes y de ellas se hizo un promontorio alrededor de dicho estacón, tapizado con tierra…[30]”
Permanentes.
El día 29 de mayo de 1847, los Tenientes á Guerra de Vega Baja y Manatí se reúnen con Izquierdo y son informados sobre los pormenores del proyecto. Izquierdo instruyeal Teniente á Guerra Don Francisco Juliá a efectos de que “…está en la obligación de mandar erigir incontinenti los tres puntos cardinales que demarcan la línea divisoria – Norte Sud de mampostería bien cimentados y de regular altura y espesor para que sean bien vistos y de consistencia…”Ya para el29 de agosto de 1847, Juliá informa que había construido “…tres postes de material en la línea divisoria de este partido con el de Manaty…” a un costo de 13 ps. 3 rs.[31]
Al mes siguiente, el 2 de septiembre de 1847, después de haber “reconveido” con los Jueces de Vega Baja y Manatí sobre los puntos céntricos y del Norte se reunieron a las 2:00 p.m. con el Teniente á Guerra de Morovis Don José María de Rivera en el punto de Morovis y observan que “…en cada uno de los puntos indicados se halla colocada en su centro una loza de barro grabadas las iniciales[32] que le han correspondido según se manda y demarca el plano, construidos con toda solidez, de consistencia y de una altura regular…”
El problema de la georreferenciación de los datos y relocalización de los hitos o lindes de mampostería.
Aunque existen referencias al hecho de que se levantó un plano con la nueva delimitación del territorio, no ha sido posible su relocalización. En el expediente se hace referencia a que no solo se habían identificado cada uno de los puntos con una letra sino a que había sido instalada una “una loza de barro” en el centro de cada “poste de material” identificando cada uno de ellos con la letra correspondiente.
Siguiendo un rumbo S – N, el linde de los municipios de Vega Baja-Morovis-Manatí se identificó con la letra B; el linde localizado a orillas del Camino Real en un punto equidistante entre ambos pueblos, con la letra C; y el linde localizado a orillas del mar, con la letra D. Asumiendo que existía un linde identificado con la letra A establecido previo a este proyecto, entendemos que el mismo debió corresponder al punto de convergencia de los municipios de Vega Alta-Vega Baja-Morovis establecido en el proyecto de delimitación del territorio moroveño.
La relocalización de los puntos B al D se nos presenta como un problema metodológico cuya discusión hemos adelantado en el análisis de los cambios que se han experimentado en la declinación magnética durante los últimos 170 años y la representación gráfica de los datos topográficos referenciados a base del Norte Geográfico. Aunque la declinación magnética fue mínima la imprecisión en la cartografía incide en la dificultad que hemos confrontado al intentar relocalizar los lindes de mampostería.
[1] Abbad y Lasierra, Fray Agustín Iñigo. Ob. Cit. Páginas 124-125.
[2] No tenemos información sobre el modelo de teodolito empleado.
[3] La vara castellana equivalía a 3 pies. Moscoso, Francisco Agricultura y Sociedad en Puerto Rico: Siglos 16 al 18. San Juan. Editorial ICP. 2001
[4] El vocablo poyales se refiere a las ciénagas o marismas existentes alrededor de la laguna.
[5]28 de enero de 1847.
[6] Decreto del 19 de enero de 1847 del Comandante de Distrito Don Tulio O’Neill.
[7] Little, Jr. Elbert L.; Wadsworth, Frank H.; Marrero, José. Arboles comunes de Puerto Rico y las Islas Vírgenes. Editorial Universitaria, Universidad de Puerto Rico. 1977. 731 páginas.
[8] Decreto del 19 de enero de 1847.
[9] Dicha mensura se llevó a cabo entre los días 29 de enero y 23 de febrero de 1847.
[10] Las especies identificadas son las siguientes: boje (No se ha podido identificar.), tabaiba (Sapium laurocerasus Desf.), hicaquillo (Hirtella rugosa Pers.), limoncillo (Calyptranthes krugii Kiaersk), roble (Tabebuia heterophylla (DC.) Britton), guasábara (Eugenia aeruginea DC.), garrocho (Quararibaea turbinata (SW.) Poir), lechecillo (Chrysophyllum argenteum Jacq.) y Ortegón (Coccoloba swartzii Meisn.).
[11] No hemos podido identificar la especie del árbol identificado como boje.
[12] Abbad y Lasierra, Fray Agustín Iñigo. Ob. Cit. Página 125.
[13] Los depósitos naturales de arenas silíceas sirvieron de materia prima para la fabricación de botellas en la compañía “Puerto Rico Glass”establecida en 1944 por la Compañía de Fomento Económico.
[14] La extensión de las ciénagas se ha ido reduciendo sistemáticamente desde el siglo 19 con el propósito de rescatar terrenos para la agricultura.
[15] Doña Rosa López Correa era cónyuge de Don Antonio Negrón Bracero, hijo del primer matrimonio de Don Manuel Negrón Maldonado con Doña Baltasara Bracero Villafañe. Esta contrajo matrimonio en Vega Baja el 6 de marzo de 1815.
[16] Folios 31- 31 vlto.
[17] Seguimos las definiciones en Capdevila i Subirana, Joan. Historia del deslinde hispano-francesa: Del Tratado de los Pirineos (1659) a los Tratados de Bayona (1856-1868). Instituto Geográfico Nacional. Gobierno de España. Ministerio de Fomento. 2009. Páginas 187 – 206.
[18] Capdevila i Subirana, Joan. Ob. Cit. Páginas 187 – 206.
[19] La mensura se llevó a cabo entre los días 13 – 14 de enero de 1847.
[20] Folios 37 – 39 vlto.
[21] Gobernador y Capitán General Don Rafael de Aristegui y Vélez.
[22]Folios 39 – 41 vlto.
[23] La “guardarraya” con Vega Alta se estableció en 1797.
[24] La “guardarraya”con Morovis se estableció en 1819.
[25] Noticia Yndividual que se dá á S.E. el Sr. Gobernador y Capn. General en virtud de la Circular No. 60: de 10: de Mayo de 1824 en vista de las relaciones Ympresas, que adjuntas S.E. se sirve acompañar resumiendo para el efecto las seis personas mas notables del vecindario; y de mayores conocimientos.
[26] Copia del espediente de demarcación de la línea divisoria de los territorios de Vega baja y Manatí. Legajo 1847. Expediente 4. Colección particular de la Sociedad de Investigaciones Arqueológicas e Históricas Sebuco, Inc.
[27] Comunicación del 22 de marzo de 1809 de Don Manuel Negrón Maldonado al Gobernador. AGPR. FGE. Serie: Municipios. Caja: 598.
[28] Idem.
[29]Decreto del 19 de enero de 1847. En Copia del espediente de demarcación de la línea divisoria de los territorios de Vega baja y Manatí. Legajo 1847. Expediente 4. Colección particular de la Sociedad de Investigaciones Arqueológicas e Históricas Sebuco, Inc.
[30] La técnica de construcción de tapia consiste en la fabricación de una pared de tierra arcillosa usando como molde un tapial y apisonándola. Ware, Dora y Beatty, Betty. Diccionario manual ilustrado de arquitectura con los términos más comunes empleados en la construcción. Editorial Gustavo Gili, S.A. Barcelona, 1963. Página 139.
[31]El 29 de agosto de 1847, Don Francisco Juliá desglosa los gastos en los siguientes términos: = En seis fanegas de cal á dos y medio reales una, un peso siete reales = En cuatro sacos para cargar dicha cal á uno y medio reales, seis reales = En trescientos setenta y cinco ladrillos de mampostear á diez pesos el millar, tres pesos seis reales = Al maestro albañil por construirlos, seis pesos =
[32] Se refiere a las letras que se le habían asignado en el plano a cada uno de los puntos de la colindancia.
