Por Thomas Jimmy Rosario Martínez DVPR

 Publicado en Diario Vegabajeño de Puerto Rico el 26 de julio de 2014

El Gobierno Municipal de Vega Baja está celebrando este fin de semana el Festival Playero Mar Bella, con una serie de artistas y orquestas mayormente  de afuera, contratadas por el empresario Tommy Stuart. Esa es una clase de actividad que el pueblo disfruta y que generalmente se ofrece por los pueblos costeros para la recreación de sus habitantes y para promover el turismo y comercio en los lugares.

Para Vega Baja y para cualquier otro lugar, la identificación de lugares es menester que sea uniforme y constante, para que la gente pueda allegarse y disfrutarla en lugar de estar perdidos buscando el sitio por las carreteras del país.

El anuncio que se publicó no está bien hecho en ese sentido. En primer lugar, no se identifica el lugar apropiadamente ni el acceso a la Playa Puerto Nuevo. Por cierto, Marbella no es ni nunca ha sido el nombre de nuestra playa como algunos creen y da la impresión de que ese es el nombre de la Playa.

Marbella era el nombre del negocio cafetín-cafe-restaurant de la Familia Rosa que eran dueños de varias cuerdas en la parte este del lugar. Eran los descendientes y familiares de Joaquín Rosa, un alcalde popular de Manatí, que al igual que Felisa Rincón de Gautier y Rafael Cano Llovio, alcaldes de San Juan y Vega Baja, también tenían propiedades en la orilla de la playa.

Cuando el alcalde Luis Meléndez Cano fue a expropiar los terrenos de Joaquín Rosa para entregarlos al uso público, éste trató de intimidarlo poniéndole un revolver cargado de balas en su sien. En aquella época en que los populares mandaban, hasta el empresario Francisco Rahola, tesorero del PPD y Presidente del Club de los 600, que aportaba generosamente a las campañas, tenía su casa de veraneo aquí.

Eso es algo del pasado que siempre hay que recordarlo porque el poder político y el económico cuando se unen, perjudican al pueblo. Luisito tiene el mérito de haber rescatado ese patrimonio sin importarle sus vínculos políticos. El proyecto de su tío Rafael Cano Llovio expropiaba a todos los que estuvieran en la franja costera sin incluir la casa de su propiedad por lo que recibió desde protestas hasta agresiones por su idea.

Pero volviendo a Marbella, hay 27 playas, de distintas categorías en la ciudad que lleva ese nombre en la provincia de Málaga, al sur de España. Los que han ido, visto y contado dicen que son preciosas y que justifican su nombre. Algunas tienen bandera azul, que es el sueño de todos nosotros de que alguna vez sea certificada la nuestra como tal.

La Playa de Puerto Nuevo se llama así, históricamente,  por una razón. Antes había dos barrios costeros en Vega Baja que se llamaban Yeguada Oriental y Yeguada Occidental. En Yeguada Oriental estaba el Puerto de Cibuco, que le daba su nombre la salida del río que así se llama y que proviene del este de Vega Baja, pasando por Corozal y Vega Alta. En Yeguada Occidental estaba el Puerto de Tortuguero, que hubo que cerrarlo debido al alto tráfico de contrabando. Esa zona marítima es considerado como reserva arqueológica donde hay restos de barcos hundidos y se cree que hasta tesoros, por lo que es delito visitarla.

El nombre de Puerto Nuevo, se crea por un hecho histórico porque es el lugar por donde a partir de aquel cierre, se abre una nueva entrada al comercio y la transportación. La toponimia es la rama auxiliar de la historia que investiga el origen de los nombres de los lugares y eso ya ha sido estudiado y documentado. Marbella es pues, un nombre comercial y no un lugar con nombre propio de lugar, lo que puede confundir. He visto que esporádicamente se le llama así, y también como Balneario Puerto Nuevo, como lee el anuncio. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española tiene la siguiente definición:

balneario, ria.

(Del lat. balnearĭus).

1. adj. Perteneciente o relativo a los baños públicos, especialmente a los medicinales.

2. m. Edificio con baños medicinales y en el cual suele darse hospedaje.

Mejor llamémosle como es, Playa de Puerto Nuevo  y si se le va a llamar de otra manera, que se haga oficial, siguiendo los trámites legales para cambiar los nombres de los sitios y que sea uniforme. No sé quién se inventó el nombre del Festival Mar Bella, pero no está correcto. Tampoco un afiche que presentaba el Festival del Rosario como una actividad del Gobierno Municipal de Vega Baja cuando era una actividad privada. En la primera, entra la confusión pública, en la segunda, el Contralor de Puerto Rico. Se los digo de buena fe, revisen esos carteles antes de que sean públicos. Muchos salen con errores o con representaciones incorrectas. Una pequeña chispa produce una explosión.

Todos los vegabajeños reconocemos el esfuerzo que hacen muchas personas que intervienen en estas actividades y queremos que luzcan, porque favorecemos el compartir que proponen esas iniciativas.