Por Thomas Jimmy Rosario Martínez

Esta foto la acompaña una frase de Robert Rivera, su autor. En este fin de semana su señora madre pasó por la más alta iniciación espiritual, que es la transición. El artista que hay en el hijo de «Lulú» entiende muy bien este proceso porque ha pasado en los tiempos recientes por la pérdida de su hermana, de su hermano, de su suegro y de su padre. Y sabe que después de la tormenta, viene la calma.

En forma poética, patentiza su filosofía personal: «Del dolor vendrá un amanecer». Y buscando las señales en la naturaleza, la encontró en el lente de su cámara.

Solo una persona con valores permanentes puede consolidar su pena interior con la naturaleza, confirmar que somos una unidad, que estamos conectados y que a cada acción, hay una reacción.

Que cuando llega el silencio y la desaparición ante nuestros ojos, otros medios de vida se aparecen y nos hablan de la grandeza de Dios, nos dan reconfortamiento y nos dejan la paz.