
Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Los candidatos a alcalde tienen que tener mucho cuidado al relacionarse con la prensa del país. Hay una línea clara entre lo que los aspirantes desean que se difunda y lo que un medio pudiera divulgar. Los candidatos tienen que ser sutiles, no importa el estado de fama que preceda a un candidato, éste tiene que no ser pretencioso ni demandante, sino servicial con lo que los periodistas quieren saber y publican.
Cuando comenzamos a relacionarnos con Marcos Cruz Molina para propósitos del Diario Vegabajeño de Puerto Rico, sentíamos estar cumpliendo con los vegabajeños porque la información que se originaba de él como legislador municipal y luego como alcalde era prístina y espontánea. Supongo que haber tenido a un recurso como Ana Avilés nos permitía la flexibilidad de navegar en el mundo de la información y la interpretación de los sucesos oficiales. Ella se fue por alguna razón. La que nos contó, es penoso.
Al cabo de un tiempo y les aseguro que fue poco tiempo, fueron tardando en contestar nuestros requerimientos usuales sobre distintos issues en el ambiente. La versión primera fue que trajeron a una persona de afuera para que filtrara noticias. Luego cuando lo sacaron a los seis meses porque parece que había sido un favor político que hizo el alcalde al nombrar a esa persona, las cosas cambiaron.
Entonces las respuestas es que «eso es confidencial» o «el señor alcalde no tiene aun una postura sobre ese asunto», mientras que fuera de Vega Baja, los periódicos estatales salían con noticias de asuntos que habíamos inquirido previamente y nunca nos había contestado. El desdén al no propiciar una buena relación local, como debe ser prioridad para cualquier alcalde, lo convirtió en una relación buena con la prensa del país.
Buscó gente de Vega Baja que trabajaran en los medios de comunicación de San Juan para que llamaran la atención de sus jefes y fuera presentado en los programas más importantes de Puerto Rico como en los de Rubén Sánchez y Jugando Pelota Dura en radio y televisión y otros, donde se le hicieron importantes entrevistas donde se lució.
En el nivel local trató de menoscabar el periodismo que hacemos. Difundió entre sus acólitos información alegadamente negativa de mi persona para que públicamente me pusieran en vergüenza y desistiera de las informaciones y análisis de este diario. De ahí salieron los comentarios despectivos para tratar de minar la verdad de lo que hacemos, de parte de funcionarios y empleados municipales que ustedes conocen, pero afortunadamente soy solo un componente de esta prensa libre que producimos desde 2006, nacida precisa y curiosamente del partido contrario que también, por años, resintieron el derecho a conocerse la verdad. Esa manera de actuar la espera todo periodista de quienes quieren ocultar la verdad y propagar mentiras.
Desde esas actuaciones sé por información y deducción, que quien detrás de toda esa gente que está utilizando como marionetas, oculto, agazapado, obliterando la mirada, diciendo que «calladito me veo mas bonito» y promoviéndolos a mejores oportunidades en sus empleos muncipales, está el alcalde Marcos Cruz Molina. Por lo que sé de la vida y por experiencia del pasado, eso se llama corrupción. A veces corrupción social, otras veces corrupción criminal, pero corrupción.
En su intento de controlar a este medio y la información de su persona en otro medio importante del país, hubo una oferta económica que interpretamos que fue para que desistiéramos o suavizáramos nuestra agenda de hacer historia diaria, que fue rechazada. Eso nos sirvió de aliciente para seguir haciendo mejor lo que ya estábamos haciendo bien y desinteresadamente por más tiempo del que él ha vivido.
La última gestión que está haciendo Marcos Cruz Molina para controlar la prensa es tratando de que los medios generen entrevistas para el hablar de su «obra municipal», de sus triunfos electorales y de la otra candidata que «no es de Vega Baja», «que no dice la verdad» pero que en la realidad, le está comiendo los dulces en esta campaña. En su desesperación está reclutando para su campaña hasta personas que ya no están en su nómina pero que le han jurado lealtad para llamar a los jerarcas de los medios y que obliguen a los conductores a programar esas entrevistas.
Esto ha causado que los medios importantes de Puerto Rico estén creando una alerta sobre sus intenciones. Posiblemente no lo digan al aire ni se divulgue en las cuartillas de ningún periodista, pero muchos están molestos porque esa es una actitud prepotente que han detectado desde hace tiempo en su persona.
Dicen que quien controla los medios, controla la opinión pública. Por eso el creó medios municipales oficiales como la página de vegabaja.pr.gov y Vega Baja Te Informa. Pudo haber hecho mucho bien, si no fuera tan ambicioso. Pero su imprudencia con el cuarto poder lo ha hecho un issue «trending», como se dice en el argot periodístico.
