
Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Quedan menos días para hacer la política antes de las primarias, que se celebrarán el próximo 2 de junio. Para esa fecha aun no se visualizan ganadores, pero en realidad, muchos dan por ganada la contienda por parte de Evelyn Meléndez Marrero debido a que Nixon Rosado no está haciendo campaña y no surgen de los medios, personas que sostengan esa candidatura. Creo que si hubiera incluido legisladores municipales tendría mayor oportunidad, ya que estos le darían soporte a su candidatura y serían colaboradores. Ni siquiera la vieja guardia del Partido Nuevo Progresista que habían expresado en el anonimato que sostenían su candidatura, no están trabajando en alguna acción conocida. Eso hace que el esfuerzo de Evelyn Meléndez Marrero se concentre ahora en la maquinaria electoral para el día del encuentro.
La campaña de Madeline Pichardo Riestra está en su mejor momento. Cada día más personas se están uniendo a ella, ofreciéndole apoyo y recursos. Lo que originalmente parecía ser una quimera, ha estado posicionándose contra la estructura organizacional del alcalde que tiene trabajando al personal asalariado y de contrato en su campaña bajo la premisa por él establecida de que mientras él sea el alcalde, tendrán trabajo.
Y señala a Madeline Pichardo Riestra como la persona que viene a limpiar el gobierno municipal para colocar a los suyos, cuando debiera culparse a sí mismo si es que un alcalde tiene la culpa de eso, como lo afirma, al no hacer lo propio para recibir el favor del pueblo. Ese mete miedo no se sostiene, porque los empleados de carrera tienen su derecho y los de confianza son los que por ley tienen que presentar su renuncia protocolar si hay una nueva administración o terminan automáticamente cuando se nombra su sucesor. Toda persona que acepta un cargo de confianza conoce esas reglas. Y les digo que si hay talento y un buen desempeño, de seguro el nuevo o la nueva alcaldesa los retendrá.
Los reinados no terminan cuando se muere el rey. Los estados tampoco se extinguen aun cuando hay un derrocamiento. Y en las sociedades democráticas como la nuestra, la vida laboral continúa en las oficinas municipales si hay un cambio de mando. Y aunque la mentira del despido la siembra el alcalde contra su contendora del mismo partido, bajo su premisa, peor pasaría si fuera otro partido el que ganara. Pero nada de eso es verdad. El que lo crea es un tonto, porque en el panorama no hay nadie que aspire a la posición con sentimientos negativos para perjudicar a los colaboradores que pudieran acompañarle en la próxima jornada cuatrienal.
Exhorto a los empleados municipales a que ejerzan su derecho al voto secreto en los colegios que les corresponda. Como decían los populares de antaño, haganlo !Sin miedo!
No hay una regla para determinar si es mejor una administración continuada o un cambio administrativo, pero a mi entender el presente gobierno municipal está muy burocratizado, discriminando internamente con los empleados y lento. Ese letargo institucional se ve en la ausencia de obras, la dilación de todo y las excusas culpando a la otredad. Si a los electores no les importa esa realidad evidente, no tienen que racionalizar su sufragio.
Ponerle un poco de casco al tema, los sacará de ese marasmo y les permitirá valorar mejor su voto.
