El lenguaje político se refiere al conjunto de términos, discursos, retórica y formas de comunicación utilizados en el ámbito de la política para persuadir, influir o movilizar a la población, así como para articular y debatir ideas, propuestas y agendas políticas. Este tipo de lenguaje suele ser estratégico y puede variar según el contexto político, cultural y social.

Algunas características del lenguaje político incluyen:

1. Slogans y consignas: Frases cortas y pegajosas que resumen ideas o posiciones políticas y que se utilizan para movilizar a los seguidores o ganar el apoyo de la opinión pública.
2. Eufemismos: Palabras o frases que suavizan o disfrazan conceptos o políticas controversiales para hacerlas más aceptables o menos amenazantes.
3. Framing: La forma en que se presenta un tema o problema político puede influir en la percepción que tiene el público sobre él. Los políticos suelen usar framing para destacar ciertos aspectos de un tema y darles una interpretación favorable a sus objetivos políticos.
4. Discurso persuasivo: Los políticos utilizan técnicas retóricas para persuadir a la audiencia y ganar su apoyo. Esto puede incluir el uso de metáforas, analogías, emociones y otras herramientas persuasivas.
5. Debates políticos: El lenguaje político también se manifiesta en los debates públicos entre políticos, donde se emplean argumentos, contraargumentos y tácticas retóricas para defender posturas y desacreditar las de los oponentes.
6. Jerga política: Existe un vocabulario especializado en el ámbito político que incluye términos técnicos, acrónimos y expresiones propias del sistema político y administrativo de cada país.

El lenguaje político es una herramienta poderosa que puede ser utilizada para informar, persuadir, movilizar o manipular a la población, por lo que es importante que los ciudadanos sean críticos y estén atentos al contexto y al contenido de los discursos políticos.