La incursión en el Partido Popular de Carlos M. Ayes Suárez

Por Thomas Jimmy Rosario Martínez

Carlos M. Ayes Suárez participó en movimientos políticos de independencia para Puerto Rico, pero extrañó su participación en el Partido Popular Democrático en las elecciones de 2008. Con su escritura mordaz y su verso fogoso, era la estrella en el Diario Vegabajeño y en los mítines políticos en la tribuna de Luis Meléndez Cano en momentos en que se había develado la corrupción en el gobierno municipal de Vega Baja bajo la administración de Edgar Santana Rivera.

Para ese tiempo Carlos trabajaba en Manatí y pidió una dispensa para trabajar como director de la oficina cultural de Vega Baja, nombrado por Santana. Pero a diferencia de Manatí para los tiempos del alcalde Juan Aubín Cruz, en Vega Baja había una facción que por ser Carlos independentista lo rechazaban y lo saboteaban en sus innovaciones a la postura oficial municipal de Vega Baja que el estaba implementando. En un momento dado, se vió atado por la negativa de la administración de promover una agenda cultural, porque según el asesor económico Irving Piñeiro y el inversionista político Andrés San Miguel, la cultura no generaba ingresos municipales. Premisa falsa, pues el turismo es parte de la oferta cultural de todos los pensamientos económicos gubernamentales de todas las naciones y pueblos avanzados.

Con el tiempo supimos que su preocupación y la del alcalde era que golosos por asaltar las arcas municipales, menoscabaron el poder económico de la cultura local y solo querían invertir en obras que contuvieran su participación o cuota, como las famosas esculturas inservibles y costosas que adquirieron. Carlos sometió la renuncia más corta que un funcionario público haya presentado jamás. Su carta sólo decía «renuncio» y lo demás, que se lo imaginara el alcalde.

Carlos ideó un movimiento ciudadano que luego se unió al grupo de Luis Meléndez Cano en su propuesta de volver al poder en 2008. Como en muchas otras cosas, Carlos y yo volvimos a unirnos del lado de quien creíamos que con sus luces y sombras, conocía a su pueblo y tenía aun a su edad, un poder de reconocimiento vasto. Tanto es así, que aun en el presente y luego de 12 años de otro alcalde popular, le aventaja en todos los sondeos que hemos realizado sobre el particular desde hace catorce años en el Diario Vegabajeño de Puerto Rico y no solo a Marcos Cruz sino a todos los demás alcaldes de los cuales haya recuerdo presente.

Y aunque el pueblo reeligió por mayoría al alcalde penepé, la campaña de 2008 ayudó a la caída estrepitosa de los dos alcaldes, Santana y Hernández y ayudó al actual alcalde a consolidar su poder hasta las elecciones de 2020, sin rivales dentro de su partido ni contendores significativos en otros partidos.

Carlos fue popular durante ese tiempo. No tengo duda de su entrega, pero al no ganar a quien había apoyado y no encontrar eco a su liderato, que el lo interpretaba como un rechazo a todo lo que sonara a Luis Meléndez Cano, no apoyó a Marcos Cruz en las elecciones de 2012 y se alejó de toda política partidista, que yo sepa, hasta su muerte. Logró, empero, que con la ayuda de Luisito y del ex-presidente del Senado, Miguel Hernández Agosto, Aníbal Acevedo Vilá indultara a un joven sobrino convicto de un delito.

Luis Meléndez Cano ofreció su ayuda en la crisis de salud de Carlos. Planifiqué llevarlo a ver a Carlos para identificar sus necesidades, pero no se dió por causas ajenas a nosotros. Cuando supo de la transición de Carlos me indicó que estaba lejos de Puerto Rico pero con el corazón afectado por el suceso.

Por un tiempo Carlos fue parte del Gobierno Municipal de Vega Baja y del Partido Popular Democrático. Eso es un hecho histórico y lo cuento para perpetuar esa circunstancia histórica que a veces se duda, se ignora o se malinterpreta.

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