
Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
La Policía Municipal es un organismo que tienen algunos municipios -no todos- para ayudar con el orden y la seguridad de los residentes. Se supone que esté separado de toda intervención de los partidos políticos, pero los alcaldes, en su afán de controlarlo todo, participan directa o indirectamente en todos los procesos institucionales como la elección y contratación de policías, ascensos, manejo de querellas contra los oficiales y efectivos y control discriminado de los turnos, asistencias y hasta días libres. En esto violan leyes y reglamentos.
En Vega Baja, varios miembros del cuerpo policiaco municipal han sido investigados federal, estatal y localmente. Ha habido sanciones, suspensiones y hasta convicciones por delitos cometidos dentro y fuera de su servicio. Entre las contrataciones más recientes hubo un policía municipal que pese a haber sido relacionado a un hurto durante una de las emergencias de Puerto Rico, fue contratado como conductor y luego enviado a la academia preferentemente y eventualmente investido como policía municipal.
El sistema de investigar querellas está a cargo de un pasado policía estatal cuyos criterios para archivar querellas de los policías municipales son cuestionados y especialmente en asuntos de ascensos, ha «ayudado» a algunos desestimando querellas contra policías a ser ascendidos haiendo evidencia de sus actuaciones incorrectas. Entre las querellas radicadas contra algunos policías hay asuntos domésticos y de agresiones y uso de fuerza excesiva. A esta persona, que fue Comisionado de la Policía Municipal, se le relaciona con una conspiración creada para desprestigiar personalmente a la candidata Madeline Pichardo Riestra bajo la autorización del alcalde, alegando que se relacionaba a personas del bajo mundo.
El alcalde Marcos Cruz Molina en dos ocasiones ordenó que se le negara a dicha candidata servicio de seguridad en las caravanas que realizó. Sin embargo, el alcalde recibe ese servicio con policías uniformados y sin uniforme desde antes de ser alcalde. El Comisionado de la Policía Municipal actual está precisamente cuestionado por su posición de connivencia con este y los otros problemas que están presentando miembros de la Policía Municipal de Vega Baja.
Por años el alcalde desatendió a la Policía Municipal, negando aumentos, innovaciones y tratando de obtener el control absoluto como una meta personal, para lo que nombró a muchos comisionados electorales distintos, incluyendo a políticos de carrera. Algunos resintieron el control que el alcalde proponía y renunciaron o fueron despedidos.
El poder político de controlar un organismo de seguridad no debe salirse de proporción, porque pierde los fines para los que fue creado y lo convierte en un brazo político.
