El deslinde entre las Riberas de la Vega y Manatí y el desarrollo de un nuevo poblado a orillas del Camino Real: 1768, por Carlos M. Ayes Suárez

Dr. Carlos M. Ayes Suares dictando conferencia en el Diplomado de Historia Vegabajeña, Escuela de la Historia Vegabajeña, 2019

El deslinde entre las Riberas de la Vega y Manatí y el desarrollo de un nuevo poblado a orillas del Camino Real: 1768

Los Primeros Vecinos de la Ribera del Sebuco.

     Desde el Siglo XVI se registra el asentamiento en la región de personas dedicadas a diversas actividades agrícolas, pecuarias y mineras. La vida en comarca de los lugareños en 1645 se advierte en las instrucciones dadas a estos para asistir a misa mensualmente en la ermita de Doña Violante Ferrer localizada en la parte oriental del cauce bajo del Río del Toa (la Plata). Para dicho periodo los lugareños vivían dispersos en la Ribera del Sebuco y en las comarcas de Cerritos y Cabo Carigua.[1] Lo que conllevaba salvar dos pasos de río para poder llegar a la misma.

     Durante la primera mitad del Siglo XVIII, se observa un aumento en la población de la Ribera del Sebuco como resultado de un complejo proceso migratorio que culminaría con la fundación del Partido de la Vega. La geografía de la región y la escasez de población, sobre todo en el litoral marino, parecen haber favorecido el desarrollo de actividades comerciales proscritas pese a la relativa cercanía de la misma al centro político y administrativo de San Juan.[2] Luego de los sucesos insurgentes de los vecinos de Ponce y San Germán relacionados con las actividades de contrabando,[3] uno de los involucrados, Domingo Negrón emigra a la Ribera del Sebuco con su familia y se dedica a la crianza de ganado en el Sitio del Algarrobo.[4] El mismo queda hacia el occidente de las comarcas de Cerritos y Cabo Carigua inmediatamente al sur de las extensas marismas de la laguna Tortuguero.

     Durante los años restantes del siglo el hato había alcanzado las 72 caballerías (14,400 cuerdas) y se empezó a conocer como el Hato de Pugnado. Su nieto, Manuel Negrón Maldonado, mantendría el criadero de ganado y una estancia hasta la fecha de su muerte cuando es demolido el hato.[5]

El Surgimiento de Nuevas Poblaciones en la Ribera.

     Ya para principios de la segunda mitad del Siglo XVIII, la Ribera del Sebuco comienza a conocerse como la Ribera de la Vega. Para dicho periodo los documentos de la época dan cuenta de que la aportación de dichos vecinos a la pesa anual representaba una importante aportación a la cuota impuesta al Partido de Manatí. De hecho, uno de las razones que incidieron en la demolición del Hato de Manatí Abajo fue el hecho de que los vecinos de la Ribera de la Vega habían expresado su intención de fundar un nuevo pueblo desmembrado del Partido de Manatí y lo mismo tendría un impacto negativo para que éstos pudieran cumplir con su cuota anual de la pesa. En dichos términos se expresa el Teniente á Guerra de Manatí, Don Joaquín Navedo Vega el 1 de septiembre de 1762. 

     “…que muchos de los referidos dueños [roto] de las reses, de abasto de su obligaon. [roto]pran de las estancias, á que se llega, el que [roto] dho. hato pencionado, y responsable á vario[roto][tri]butos, y para asegurar estos, y las cantidades que [roto][te]nemos en dho. hato, y por lo que cede en benef[icio][roto] aumento de aquel pueblo, y su vecindario y esp[eci]almente, en la estacion presste. Que con mando de [roto]blo pretende desmembrarse, de aquella parrochi[a] el vecindario de la Ribera de la vega, que passa de cien vecinos; hemos determinado, [roto] la contribucion de la pessa annual [roto] convertir las tierras del referido hato [roto][estan]cias de labor, por ser mas utiles, y beneficiosas [roto] republica, y a mi, y mis causantes, redimiéndonos de los experimentados quebrantos, para [roto] por seguridad de los tributos…”[6]

     Pocos años después, el 24 de diciembre de1768, Don Francisco López, Alcalde Ordinario de la Ciudad de Puerto Rico, se traslada al pueblo de Manatí comisionado por el Gobernador y Capitán General Don José Tentor para llevar a cabo el deslinde entre dicho pueblo y la Ribera de la Vega. En presencia del Teniente á Guerra de Manatí y del Apoderado de los vecinos de la Ribera de la Vega, llevan a cabo el deslinde midiendo la distancia entre las iglesias de ambas poblaciones y estableciendo la demarcación en el punto medio.[7]

     Aunque ya desde 1773, los vecinos de la Ribera de la Vega habían construido una iglesia como parte de los requisitos para fundar el pueblo,[8] no fue hasta el 19 de junio de 1775 que se oficializa la fundación del mismo.[9] Aunque trece años antes se informa de que la ribera era habitada por unos 100 vecinos, al momento de la fundación del pueblo se da cuenta de que el mismo era habitado por 219 vecinos y 1,011 almas.

     Aunque los vecinos del nuevo Partido de la Vega habían construido una iglesia como parte de sus preparativos para la fundación del pueblo, confrontaron un álgido conflicto con varias de las familias de la región en cuanto al lugar donde establecer la Ayudantía de Parroquia.[10] Pese al hecho de que habían logrado la separación del Partido de Manatí, seguían dependiendo de la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria y San Matías Apóstol en lo concerniente a los asuntos religiosos. Resulta obvio que las familias que se oponían vivían lo suficientemente distantes de ambas iglesias como para reclamar que fuera su propia iglesia la reconocida como Ayudantía de Parroquia.

          Durante dicho periodo los vecinos de la región comprendida entre los pueblos de la Vega y Manatí habían construido su propia iglesia a orillas del Camino Real entre ambos pueblos en el punto de colindancia de ambos partidos. El 1 de febrero de 1794, el obispo Francisco de la Cuerda y García promueve las dos iglesias de Espinoza y de El Naranjal como “parroquias” independientes de la Iglesia de la Virgen de la Candelaria y San Matías Apóstol de Manatí. [11] Es como parte de dicha iniciativa que las autoridades eclesiásticas promueven una nueva demarcación para la nueva parroquia de la Villa del Naranjal.[12]

El deslinde entre las Riberas de la Vega y Manatí.

     El 24 de diciembre de 1768, Don Francisco López, Alcalde Ordinario de la Ciudad de Puerto Rico, se traslada al pueblo de Manatí comisionado por el Gobernador y Capitán General Don José Tentor para llevar a cabo el deslinde entre dicho pueblo y la Ribera de la Vega.[13] Una vez en el pueblo citó al Teniente á Guerra Don Lorenzo Manzano[14] y auscultó su parecer sobre la comisión que había recibido. Al no tener objeción alguna, éste, junto al apoderado de los vecinos de la Ribera de la Vega, Don Francisco de los Olivos[15] y vecinos de una y otra ribera iniciaron el trabajo de deslinde.  Anota Don Francisco López[16] que como parte del trabajo comisionado

“para verificar la inmediación del terreno y distancia que hay de la Yglesia de Manaty á la nueva erecta de la vega; tendí la cuerda desde la de Manaty y hallé haber á la de la vega doscientas noventa y nueve cuerdas y cuartas de cuerda que reguladas setenta y cinco cuerdas por legua componen cuatro leguas menos tres cuartos de cuerda las que partí de por mitad, y quedó en cada lado dos leguas menos cuarta y media de cuerda que se amojonaron en un árbol de caoba que esta del mismo sobre el lado del norte por donde declaré la dicha división…”         

     Pese a que Don Lorenzo Manzano había expresado no tener objeción alguna al deslinde, expresó no estar de acuerdo con los límites de la nueva jurisdicción. Las gestiones de los vecinos de la Ribera de la Vega para fundar el pueblo iban progresando y para la fecha en que se lleva a cabo el deslinde ya habían iniciado la construcción de su iglesia. La población que habitaba dispersa en la vasta región comprendida entre los ríos Cibuco y Grande de Manatí quedó dividida de forma arbitraria entre ambas jurisdicciones como resultado del deslinde llevado a cabo.

“Poco después se pasa el río de la Vega, que da nombre a este territorio, en el cual se erigió en 1773 una ayuda de parroquia para 219 vecinos y 1,011 almas que lo habitan; pero los pleitos que han ocurrido sobre la elección del sitio entre los Mulatos, Vegas, Bonillas y Negrones, no han permitido formalizarla.” 

     Para el año de 1773, los vecinos de La Vega habían completado la construcción de  la iglesia. Sin embargo, afloraron los conflictos entre estos al momento de formalizar la Ayuda de Parroquia. Sobre este particular el fraile benedictino Agustín Iñigo Abbad y Lasierra,[17] mientras lleva a cabo una descripción de las poblaciones que visitaba durante su recorrido pastoral en la Isla, anota que 

 El conflicto que había aflorado evidencia que la población estaba dispersa y que había un sector de ella que no estaba de acuerdo con el hecho de que se reconociera la iglesia recién construida como Ayuda de Parroquia debido a que la localización de la misma no les resultaba favorable. Esto nos sugiere que los opositores dentro del conflicto, que formaban una parte significativa de los 219 vecinos de La Vega mencionados por el fraile benedictino, eran los que se encontraban más distantes de la nueva iglesia y, por ende, se les dificultaba el cumplir con sus obligaciones religiosas.

“No obstante que en nada cede este partido a los anteriores por su fertilidad y abundantes tierras, lapoca aplicación de sus moradores le constituyen en suma pobreza y solo en maíz suelen esforzar sus siembras; carece de vecinos activos y de disposición que estimule a la industria. Tiene iglesia, pero hasta ahora ha estado muy indecente, sin embargo que en parte lo ocasiona ser el pueblo más moderno de la isla, pues consta su erección de diez y nueve de junio de mil setecientos setenta y cinco. Se encuentran con abundancia arboles muy derechos que pueden servir para vergas de navíos y arbolar embarcaciones menores.”  

     Resulta obvio que estamos hablando en términos generales de una población numerosamente mulata y de miembros de tres de las familias más antiguas e influyentes de la Ribera de la Vega; los Vega, los Bonilla y los Negrón.[18] Pese al mencionado conflicto, el proceso de fundación del nuevo pueblo continuó y el 19 de junio de 1775 se oficializó. Si algo destaca Fernando Miyares González[19] de su visita al nuevo pueblo son las precarias condiciones económicas del mismo. Sobre el particular éste anota lo siguiente.

Como se desprende de sus observaciones, la iglesia se encontraba en un “estado muy indecente”. Dicha situación parece haber prevalecido, junto a las condiciones económicas y sociales observadas, durante el resto del Siglo XVIII. De hecho, Fray Agustín Iñigo Abbad y Lasierra anota que para finales del 1776, no había ni iglesia ni cura en La Vega.[20]

     Ya para el 1 de diciembre de 1779, la nueva población de La Vega del Naranjal contaba con una autoridad militar designada por el Gobernador y Capitán General de la Isla. Al menos desde finales de ese año hasta la décima década del Siglo XVIII, Don Manuel Negrón Maldonado[21] se desempeñaría como Teniente á Guerra.[22]

     La solicitud que le hiciera Don Francisco de los Olivos a Don Manuel Negrón Maldonado de un guardia “…pa. labuena administras de justa…”, en palabras del Teniente á Guerra, y de lo cual da cuenta éste al Gobernador y Capitán General en su comunicación del 18 de enero de 1782[23], dramatiza la crisis administrativa que imperaba en el pueblo. En respuesta a su comunicación el Gobernador y Capitán General le riposta que correspondiera a su solicitud y a manera de amonestación le apercibe que “…siempre quese ofresca, y dho. Alce. lo pida le dara vm los auxilios correspondientes, areglandose en todo al Directorio.”

Moneda de 2 pence usada durante el reinado en Gran Bretaña de Jorge III. Año de 1797. Col.Ayes.

     De esta comunicación se desprende que el Alcalde Ordinario del Partido de La Vega aparentaba una gran influencia en la Capitanía General y que la nueva autoridad militar designada contaba con unos recursos que no tenía el único pueblo cuya fundación se había formalizado pocos años antes. Además, denota cierta animosidad entre ambas autoridades. Durante los años subsiguientes los habitantes de la nueva población, bajo la autoridad de Don Manuel Negrón Maldonado, comenzarían la construcción de una iglesia y ya para el 1 de febrero de 1794 se reconocerían las iglesias de Espinosa y de El Naranjal como Parroquia independientes de la Iglesia del Partido de Manatí.[24]

     La décima década del siglo sería definitoria para el nuevo núcleo urbano que se desarrollaría a lo largo del Camino Real. A la orilla del mismo se funda el nuevo pueblo bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario de la Vega Baxa del Naranjal. El nuevo centro urbano estaría bajo la autoridad militar del Teniente á Guerra Don Manuel Negrón Maldonado desde que se oficializa su fundación mediante la Real Cédula del 18 de abril de 1779 hasta su retiro en 1792.[25]Luego del interinato de los Sargentos Mayores Don José Lorenzo de Navedo y Don José de Santana Menéndez, éstos son sustituidos en 1797 por el Teniente á Guerra Don Juan Correa[Ortiz].[26]

      Al menos desde 1 de diciembre de 1779, el pueblo de Vega Baja contaba con una Compañía de Milicias Urbanas. Para el 12 de octubre de 1784, Don Rafael García Pagán se desempeñaba como Sargento Mayor.[27] Dicha Compañía de Milicias Urbanas había participado activamente en la defensa de la Capital durante el ataque británico iniciado el 17 de abril de 1797,  El Brigadier Ramón de Castro, Gobernador Intendente y Capitán General, da cuenta de que el dia 21 de abril de 1797 “Entraron en la plaza 530 hombres de las compañías urbanas de los partidos de Toa Alta, Vega Baja y Manatí.”[28] Aunque no hemos encontrado el listado del alarde para poder identificar los vegabajeños que participaron de la defensa de la ciudad, a base de los listados del alarde de 1817, hemos hecho una aproximación a los alistados.

     Aunque ya para finales del siglo, el ingeniero Don Ignacio Mascaró y Homar[29] había llevado a cabo un nuevo deslinde entre los partidos de Vega Alta y Vega Baja, los límites de la demarcación con el partido de Manatí seguían siendo los mismos que se habían establecido desde el 24 de diciembre de 1768.[30] Sobre dicho particular el Teniente á Guerra Don Manuel Negrón Maldonado, en respuesta a información solicitada por el Gobernador Capitán General e Intendente, en su comunicación del 22 de marzo de 1809[31], hace las siguientes aclaraciones.

“Quando se establecio Poblacion en la vega fue con el objecto de un solo Pueblo, qual fue la Vega Alta; y por convenio del primer Tene á Grra que se nombro en dha vega, este con el de Manati determinaron un punto provicional sin otro requisito que señalar un Arbol en el Camino Real. Sucedió a poco tmpo la F/1formacion de la Ygla del Naranxal y baxo el mismo lindero ó punto se establecio su Poblacion conocida ahora por la vega baxa, sinque la Jurisdicion se estendiese amas que lo que estaba anteriormte por la parte de Manati, y solo dividiendola por la parte dela vega Alta que es el unico deslinde que se ha hecho con las formalidades devidas por el Caballo D. Ing Ygnacio Mascaró.”

     El nuevo deslinde entre los partidos de Vega Alta y Vega Baja se había trazado a 70 cuerdas desde la parte frontal de la iglesia. Mientras que la divisoria que se mantenía con el partido de Manatí era de apenas 30 cuerdas. Pese al hecho de que se conocían las divisorias tanto de la parte oriental como la parte occidental, los lindes del norte y del sur no se habían podido establecer debido a que eran tierras correspondientes a hatos y criaderos que todavía no se habían demolido.

     La idea de un territorio vegabajeño definido comenzaba a forjarse, pero la tenencia de tierras por los hateros y el vasto territorio del partido de Manatí eran vistos como un obstáculo para el desarrollo económico y social de los habitantes. Tal fue la apreciación que le expuso el Teniente á Guerra a las autoridades superiores en dicha comunicación.[32]

“Este extracto dará conocimto a V.S. para comprehender que no puedo hacer mensura arreglada, y que este Partido es un retazo que jamas puede ser de mayor utilidad ni nombre, y por consiguiente sus moradores viviran opresos y afligidos aunque no tuviesen otra pension qe el salario del Pe Cura respecto a que Manati le retire la mayor parte desu Jurisdicion quando aunque sele desmembre no le hace ninguna falta a su opulencia…” 
“En este supuesto espero que V.S. conmovido de este informe provea el mas pronto remedio a beneficio de este Partido, autorizandonos ami y al Tene a Grra de Manati para que convenidos los dos hagamos un proporcionado deslinde apartandolo amas dista de esta Ygla respecto ala proporcion que hai para ello, y que principie por punto dividente la Laguna grande que confina con el mar acia el Norte y siguiendo al Sur al alto de Patron siguiendo linea F/3 recta apasar por entre Barahona y Mata de Demajagua en derechara hasta la Jurisdicion de Coamo con quien confronta este Partido: Y quando este convenio tenga algun tropieso por no convenir alguna delas partes se servirá V.S. comicionar en forma a Dn Jph Maisonet como imparcial y que actual se haya con Comicion para la demolicion delos hatos y criaderos relacionados que deben pertenecer a este Partido: con cuyo efecto podré dar con asierto la relacion dela extencion de este Partido y por consigte quedará mejorado de la miseria.” 

Anotaba Don Manuel Negrón Maldonado que el desconocimiento que tenía “…delo que en [roto] parte me pertenece por falta de deslinde…” aludiendo a los hatos localizados tanto hacia el norte como hacia el sur de la población, no le permitía hacer la mensura del territorio. Entendía que los hatos y criaderos localizados hacia el sur debían ser parte del Partido de Vega Baja, tal y como pertenecía las Perchas, localizado contiguo a los restantes hatos y criaderos del sur. Entendía el Teniente á Guerra que la solución al problema descrito se podía resolver de la siguiente manera.[33]

     Sin embargo, transcurrirían casi cincuenta años antes de que se llevara a cabo otro deslinde oficial entre los partidos de Vega Baja y Manatí. Los conflictos inherentes al proceso de delimitación de las tierras del partido continuarían. Esta vez fue necesario responderle al Gobernador y Capitán General un oficio del 18 de diciembre de 1812, mediante el cual éste auscultaba a cuales de los partidos de Corozal o Vega Baja pertenecía el vecindario de Unibón, localizado hacia el sur. El dia 1 de febrero de 1813, se reunió el Cabildo Constitucional de Vega Baja para informar sobre el resultado de la pesquisa que había solicitado las autoridades superiores. En el acta consignaron lo siguiente.[34]

“En acto continuo se dio cuenta de lo representado por el Síndico en orden al particular del vecindario de Unibon, para aclarar a qual de las dos vegas corresponde, y hecho cargo este Ayuntamiento de la exposición de dicho Sindico, y tratándose de discutir la materia se observó no sea posible pasar al al Govierno de la Capital el textimonio de deslinde que se pide en oficio de diez y ocho de Diciembre ultimo para la respectiva declaratoria, pero siendo como dice el Sindico, hecho publico, y notorio que la línea divisoria de ambos Partidos fue desde la boca del Caño de la Balandra cruzando por el paso Rl de Sibuco, á un Arbol de guaraguao que esta en el Cerro de los Cuervos hasta la boca del Rio Lamas es visto que los vecinos de Unibón /F 11 como comprehendidos al poniente de dicha demarcación son y corresponden a este Partido; todo lo qual puede hacerse ver con textigos imparciales; y hasta de oficio en vista de la carta del Alcalde del Partido del Corozal Dn. José de Rivera Ortiz su fecha veinte y dos; se acordó que acomodándose dicha carta al Textimonio que se sacará de esta parte de Acta por separado como igualmente de lo que coinsida de la anterior y lo representado por el Sindico, se de cuenta al Sor. Governador y Capitan General satisfaciendo á su sitado oficio de 18 de Diciembre ultimo con lo qual se concluyó esta Acta que firmaron el Alcalde, Regidores y Sindico, con el precente Secretario de qe doy feé = Manl. Joaquin de Nabedo [Firmado], Manuel de Torres [Firmado], Victoriano Santana [Firmado], Juan Antonio Negron [Firmado], Josef Lorzo de Nabedo, Secreto. [Firmado]” /F12.        

     Ya para el 1 de julio de 1818, los vecinos de Morovis, colindantes por el norte con el Partido de Vega Baja, habían obtenido autorización del Gobernador y Capitán General para iniciar la construcción de una iglesia separada de la de Manatí. Provisionalmente el cura rector Don Joaquín Manuel de Santaella y el Teniente á Guerra de Manatí, Don José Gumá trabajaron en la delimitación del nuevo pueblo con los pueblos vecinos. Sin embargo, al poco tiempo, el 12 de enero de 1821, el Gobernador y Capitán General instruyó al Teniente á Guerra de Manatí, Don Francisco Aldao de que llevara a cabo la delimitación formal del territorio.[35]

     Para llevar a cabo el trabajo encargaron al agrimensor manatieño Don Manuel Joaquín Navedo; quien llevó a cabo el deslinde entre el 26 de febrero al 31 de mayo de 1821. En lo que respecta al deslinde del norte con el Partido de Vega Baja anota el historiador Wilhem Hernández que para establecer los mismos aprovecharon el cauce de los ríos Unibón y Morovis y de la Quebrada de Fránquez hasta el “Penacho del Miradero” y el “Filo de la Cuchilla del Miradero”.[36]

     Entre el 31 de mayo de 1821 y el 24 de marzo de 1824, fecha en la que el Teniente á Guerra de Morovis, Don José Archilla[37] le notifica al Gobernador Miguel de la Torre que el barrio Perchas había sido incorporado al territorio del nuevo partido, el Partido de Vega Baja no sólo había sido deslindado por el sur si no que había perdido los barrios Unibón y Perchas.[38] Solo restaba el nuevo deslinde propuesto por Don Manuel Negrón Maldonado con el Partido de Manatí. Mientras tanto continuaba el proceso de demolición de los hatos y criaderos que se había iniciado desde el siglo anterior y la proliferación de estancias y haciendas.

       Como resultado de las nuevas medidas administrativas y electorales implantadas después de la aprobación de la Constitución de Cádiz en 1812, los ayuntamientos comenzaron a dividir su territorio en sub-unidades rurales o barrios. Al momento de llevar a cabo el deslinde de los barrios sirvieron de referente los lindes de los antiguos hatos, criaderos y las características topográficas “imborrables” del partido.[39] Tal parece que la división de los barrios del oeste del partido se llevó a cabo basándose en la extensión del desmantelado hato de Pugnado y del territorio adscrito a la Parroquia de Vega Baja como parte de su pastoral. De hecho, el día 28 de septiembre de 1846, el Gobernador y Capitán General le envía una carta al Coronel Don Tulio O’Neill acompañada del expediente de erección de la Parroquia de Vega Baja “…para que enterándose de su contenido se practique dicha operación con arreglo á los puntos que en el se marcan, dándome cuenta con el resultado.”[40]

     Pese al hecho de que los lindes con el Partido de Vega Alta se habían formalizado desde el ocaso del Siglo XVIII, todavía la noción de la extensión del territorio comprendido no solo en Vega Baja si no en el partido colindante por el oriente seguía siendo ambiguo y confuso. De hecho, en las Actas del Cabildo de Vega Alta del 7 de noviembre de 1836 y del 5 de julio de 1837, se da cuenta, a manera de aclaración, que el barrio de Almirante correspondía al Partido de Vega Baja. Anota el  historiador Leonardo Santana Rabell que se había usado el Caño de la Balandra como frontera de ambas jurisdicciones.[41]

Más adelante veremos cómo el día 13 de enero de 1847, dio inicio la mensura para establecer de forma definitiva el deslinde entre los partidos de Vega Baja y Manatí. No sin encarar serios contratiempos con las autoridades del Partido de Manatí. La mensura estuvo a cargo del agrimensor José Napoleón Desjardín y fueron comisionados para llevar a cabo el deslinde el Teniente Don José de los Reyes Izquierdo, Comandante del Cuartel de Vega Baja y como testigos de asistencia del deslinde Don Juan Francisco Collazo y Don José Miguel Torres. Como comisionados del Partido de Vega Baja, el Teniente á Guerra Pedro Prado Aragón nombró a Don Pablo Soliveras y a Don Tomás Landrón. Ya para el dia 15 de enero se había completado la mensura entre las iglesias de ambas poblaciones haciendo uso de una “cadena de 15 varas castellanas” a lo largo del eje central del Camino Real. 

     El dia 16 de enero, encontrándose los comisionados de ambas poblaciones en el barrio de Arenas Blancas de Manatí, los comisionados nombrados por Don Francisco Casellas[42], Teniente á Guerra de Manatí, Don Agustín Collazo y Don Francisco Santana Navedo, expresaron su oposición a que el deslinde se llevara a cabo a partir del punto medio entre ambas iglesias y se suspendió el trabajo retirándose estos sin lograr alterar los planes. El 23 de febrero de 1847 se terminó el deslinde. La nueva jurisdicción comenzaría a regir a partir del 1 de enero de 1848; no sin antes monumentar tres (3) puntos de la colindancia con lindes de mampostería.[43]

Rectificación histórica sobre la fundación del pueblo.

Acta del Cabildo de la Isla de San Juan Bautista de Puerto Rico del 21 de agosto de 1775. Fundaciónmediante Real Cédula: 1779. De la Ayudantía de Parroquia a la Parroquia independiente: 1794. El deslinde entre la Vega Alta y la Vega Baja ejecutado por el Ing. Ignacio Mascaró y Homar: 1797.

Acta del Cabildo de la Isla de San Juan Bautista de Puerto Rico del 21 de agosto de 1775.

     Como parte de un cuestionario enviado a la Gobernación y Capitanía General sobre la riqueza territorial de la Isla, se les pregunta a los funcionarios en qué “poblaciones y en qué parajes” se podía fomentar el desarrollo agrícola.[44] En respuesta a la pregunta informan sobre distintos pueblos o parajes entre los que mencionan La Vega Alta y Baja. Pero como parte de la misma información advierten que lo mismo dependería de que “…en inteligencia que siempre que se fomenten los pueblos…”, algunos de ellos ya establecidos, se podía no solo fomentar su desarrollo si no clasificar algunos de ellos en villas a las cuales se podían adscribir los mismos. Los pueblos en cuestión se adscribirían a los Distritos encabezados por las propuestas villas de Arecibo, Aguada y Coamo. Como parte de dicha estructuración se recomienda que se adscriba la Vega Alta y Baja al Distrito de la Capital.

Gobenador y Capitan General Jose Dufresne (1776 – 1783). Oleo  de Jose Campeche y Jordan.

     Los pueblos mencionados se agrupan en las categorías de establecidos, fomentados y parajes. En el informe son muy categóricos al establecer que la erección de los pueblos de Tallaboa y Luquillo dependía de ser fomentados. La mención del pueblo de La Vega Alta y Baja como una sola unidad geopolítica puede ser claramente explicada por el hecho de que para la fecha del informe no solo se había fundado el pueblo de La Vega si no que se había delimitado su territorio separándolo del pueblo de Manatí. De hecho, en el informe no se hace referencia por separado de los pueblos de Vega Alta y Vega Baja si no al pueblo de Vega Alta y Baja como uno solo. Entiendo que la mención hace referencia a Vega Baja como paraje de La Vega y no como pueblo establecido o fomentado. Lo que sí llama la atención es el hecho de que ya para el 21 de agosto de 1775 el paraje era identificado como La Vega Baja.

Fundación mediante Real Cédula no. 481.

    El Dr. Cayetano Coll y Toste anota que el 18 de abril de 1779, mediante la Real Cédula No. 481, se había aprobado la fundación de siete pueblos nuevos en la Isla,[45] entre los que se encontraban Cayey, Fajardo, Aguadilla, Rincón, Moca, Caguas, La Vega ó Naranjal y Cabo Rojo.[46] En la página 246 del Tomo 1 añade erróneamente que el 18 de abril de 1799, el Rey aprueba la fundación de los siete pueblos. Resulta obvio que se trata de un error tipográfico al escribir la fecha (18 de abril de 1799 por 18 de abril de 1779), ya que al revisar el listado de Reales Cédulas correspondientes al año de 1799, no hay mención alguna con relación al acontecimiento descrito. De hecho, el proceso de fundación de dichos pueblos se lleva a cabo bajo la gobernación del Brigadier Don José Dufresne quien ocupa el puesto entre el 2 de junio de 1776 y el 1783.

El recorrido de Fray Agustín Iñigo Abbad y Lasierra durante la pastoral: 1776-1777.

Firma de Fray Agustín Iñigo Abbad y Lasierra.

     Entre los años de 1776 y 1777,[47] Fray Agustín Iñigo Abbad y Lasierra (Periodo en que estuvo en Puerto Rico: 1771-1778) acompaña al Obispo Fray Manuel Jiménez Pérez, como secretario durante su pastoral alrededor de la Isla y observa que para el año de 1773, los vecinos de La Vega habían completado la construcción de  la iglesia.[48] Sin embargo, afloraron los conflictos entre estos al momento de formalizar la Ayuda de Parroquia. Sobre este particular el fraile benedictino Agustín Iñigo Abbad y Lasierra,[49] mientras lleva a cabo una descripción de las poblaciones que visitaba durante su recorrido pastoral en la Isla, anota que 

“Poco después se pasa el río de la Vega, que da nombre a este territorio, en el cual se erigió en 1773 una ayuda de parroquia para 219 vecinos y 1,011 almas que lo habitan; pero los pleitos que han ocurrido sobre la elección del sitio entre los Mulatos, Vegas, Bonillas y Negrones, no han permitido formalizarla.” 

   El conflicto que había aflorado evidencia que la población estaba dispersa y que había un sector de ella que no estaba de acuerdo con el hecho de que se reconociera la iglesia recién construida como Ayuda de Parroquia debido a que lo mismo no les resultaba favorable para sus planes de fundar el pueblo en su comarca. Esto nos sugiere que los opositores dentro del conflicto, que formaban una parte significativa de los 219 vecinos de La Vega mencionados por el fraile benedictino, se encontraban distantes de la nueva iglesia y, por ende, se les dificultaba no solo cumplir con sus obligaciones religiosas si no que afectaba sus planes.

     Resulta obvio que estamos hablando en términos generales de una población numerosamente mulata y de miembros de tres de las familias más antiguas e influyentes de la Ribera de la Vega, Cabo Caribe y Cerritos; los Vega, los Bonilla y los Negrón.[50] Pese al mencionado conflicto, el proceso de fundación del nuevo pueblo continuó y el 19 de junio de 1775 se oficializó. De hecho, Abbad y Lasierra anota que para finales de 1776[51], no había ni iglesia ni cura en La Vega[52]mientras que menciona la existencia de una iglesia en [Las Vegas de San Sebastián del] Pepino cuyo cura era Don Joseph González. Evidentemente la iglesia que se encontraba en construcción en 1773, después de la fundación no existía o se había abandonado. De hecho,  en 1775 Fernando Miyares González observa que el pueblo de La Vega “Tiene iglesia, pero hasta ahora ha estado muy indecente”.[53]

     En otra tabla de su obra,[54] donde se presenta un estado general de la isla, se incluyen datos estadísticos tanto del Partido de Manatí como del Partido de La Vega también fechada a finales del año de 1776.

La estadía del Capitán Fernando Miyares González (1749-1818) como Secretario de la Gobernación y Capitanía General: 1775 -1779 (Periodo de estadía: 1 de agosto de 1769- 14 de agosto de 1779.) Escribe en 1775. Copiado entre 1778 y 1779. Páginas 65-66.

     El Capitán Fernando Miyares González llega de Cuba el 1 de agosto de 1769, a ocupar el cargo de Secretario de la Gobernación y Capitanía General. Estuvo en Puerto Rico hasta el 14 de agosto de 1779, cuando fue traslado a otra jurisdicción. En el año de 1775, redacta su obra “Noticias particulares de la Isla y Plaza de San Juan Bautista de Puerto Rico”, la cual es copiada entre los años de 1778 y 1779.

     Aunque escribe el manuscrito en 1775, permaneció en Puerto Rico hasta el 14 de agosto de 1779 y no hizo mención alguna a la existencia del pueblo de La Vega del Naranjal, aunque menciona las Vegas y Pepino, Moca (7 abril de 1772), Aguadilla (1 de febrero de 1775), Cabo Rojo y Cayey de Muesas. (Ver Coll y Toste) Como parte de la descripción que hace del Partido de La Vega y los datos de su fundación menciona que el mismo era “el pueblo más moderno de la isla…”

De la Ayudantía de Parroquia a la Parroquia independiente: 1791-1794.

     Ya hemos descrito el hecho de que posiblemente desde el 1768 los vecinos de La Vega iniciaron la construcción de la iglesia con el propósito de cumplir con uno de los requerimientos para poder fundar el pueblo y como ya para el 1773 existía una iglesia cuya descripción no tenemos pero que al momento de conseguir la aprobación para la fundación del pueblo ya existía, aunque en un “estado muy indecente”. Al extremo tal que para finales de 1776, ya no tenían ni iglesia ni cura.

     La construcción de la iglesia durante el periodo fundacional estuvo permeada de un serio conflicto entre los vecinos de La Vega en cuanto a donde establecer la Ayudantía de Parroquia. Lo que presupone que existía gente viviendo dentro de otra comarca en el mismo partido que reclamaba que se estableciera la misma en su área posiblemente con la intención de disputarles la sede del nuevo pueblo. Aunque la gestión no progresó, resulta obvio que para finales de 1779, ya existía una iglesia en La Vega del Naranjal pero no contaban aun con un Padre Cura que la administrara y tanto la iglesia de La Vega de Espinosa como de La Vega del Naranjal seguían dependiendo de la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria y San Matías Apóstol de Manatí. Para el 1791, se establecen las Ayudantías de Parroquia en ambas iglesias y para el 1794, ambas se convierten en Parroquias separándose de la iglesia de Manatí.

El deslinde entre la Vega Alta y la Vega Baja ejecutado por el Ing. Ignacio Mascaró y Homar: 1797

     En el Partido de la Vega se observa entre 1776 y 1779 un aumento en la población de 747 individuos (1776: 914. 1779: 1661). Al año siguiente de 1780, la población disminuye en 394 individuos (1780: 1267). A partir de ese año, hasta el censo de 1795, la población sigue su crecimiento natural hasta llegar a los 1873 individuos. Previo al año de 1776, las únicas estadísticas de población disponibles corresponden al censo de 1765, para el Partido de Manatí. Al no existir estadísticas para dicho periodo y sabiendo que el Partido de la Vega se separó de Manatí en 1768, podríamos plantear la posibilidad de que no hubo registros estadísticos para el periodo de 1768 – 1775 para el Partido de La Vega.

    La disminución de la población de La Vega para el 1780, podría corresponder a la excisión del territorio con el que se conformó el nuevo Partido de La Vega del Naranjal en 1779. La cifra de 394 individuos podría corresponder al primer censo de población del nuevo pueblo. De hecho, las primeras estadísticas censales oficiales para el Partido de La Vega Baja del Naranjal corresponden al año de 1797 (973 individuos). Asumimos que la población de La Vega del Naranjal no volvería a conformar parte de las estadísticas hasta ese año. Durante el mismo se censan 942 hombres libres y 31 esclavos para un total de 973 individuos.[55] Lo que sí resulta obvio es el hecho de que a partir del año de 1797, el nuevo pueblo de La Vega Baja del Naranjal se separaría definitivamente del pueblo de La Vega Alta de Espinosa.

El deslinde de 1797.

    Del informe en que Don Manuel Negrón Maldonado explica los orígenes de la población (1809) se interpreta que en el momento en que establecen la raya entre La Vega Baja y Manatí (1768) el mismo no existía. La construcción de la iglesia del Naranjal, construida a orillas del Camino real, antecedió al eventual desarrollo del pueblo de Vega Baja en sus inmediaciones. Pese al hecho de que surge el enclave urbano, el mismo se desarrolla dentro de la jurisdicción del Partido de La Vega. Posteriormente con el propósito de deslindar el territorio correspondiente a la nueva población se encomienda al ingeniero Don Ignacio Mascaró y Homar[56] para establecer la raya.

     En una de las sesiones del Primer Cabildo Constitucional (1813), se observa que el trazado de la raya entre los Partidos de Vega Alta y Vega Baja era un “hecho público y notorio”. De hecho, como parte del mismo documento informan que la línea divisoria de ambos Partidos fue desde la boca del Caño de la Balandra cruzando por el paso Rl de Sibuco, á un Arbol de guaraguao que esta en el Cerro de los Cuervos hasta la boca del Rio Lamas…” El historiador Luis de la Rosa Martínez relaciona el deslinde con la erección definitiva de la parroquia. De hecho anota que a partir de 1797 “…se organizó políticamente el territorio municipal de la “Vega Baxa del Naranjal de Nuestra Señora del Rosario.”[57]

La Tradición oral en la documentación decimonónica.

     Cuando el Alcalde Ordinario Don Antonio María Dávila Bonilla responde el cuestionario de la Circular No. 60 del 10 de mayo de 1824[58] responde a la pregunta “Cuando se fundo el pueblo, á quien esta dedicado como patrono, el acta ú orden para fundarlo” afirmando que el mismo había sido fundado hacía 48 años y que “Su dedicación á la Virgen Sma. bajo la advocación del Rosario: El Acta ú Orden para su fundación; no existe en este Archivo.”  No se debe perder de perspectiva que advierte la misma autoridad municipal que en sus archivos no tenían documento alguno que evidenciara la fecha de fundación del pueblo. 

     A base de la información suministrada por las autoridades municipales, Pedro Tomás de Córdova, Secretario de la Gobernación, publica en 1831 las “Memorias geográficas, históricas, económicas y estadísticas de la Isla de Puerto Rico”. Y es a partir de ese momento que comienza a repetirse la fecha de 1776 como la fecha de fundación del Partido de Vega Baja en autores decimonónicos tales como Julio L. Vizcarrondo[59] y Manuel Ubeda y Delgado.[60]


[1] López de Haro, Damián. Sínodo de San Juan de Puerto Rico de 1645. Centro de Estudios Históricos del CSIC. Instituto de Historia de la Teología Española de la UPS. Madrid-Salamanca. 1986. El mismo fue aprobado por R.C. no. 1 del 5 de septiembre de 1646. Coll y Toste, Dr. Cayetano. Ob. Cit. Tomo 1, Página 11. 1914.

[2] Burset Flores, Luis Rafael. Reflexiones en torno a la donación de terrenos y el repartimiento de solares en el nuevo pueblo de El Barrero, 1814. En HIRO: Revista de los Historiadores de la Región Oriental de Puerto Rico. Número 1, 2014. Páginas 11-21. El hecho de que se menciones que Fernando Manuel de la Escalera y Rubla era Teniente y capitán a guerra de “la rivera de Toa, boca de Sibuco y puerto de Cerro Gordo” evidencia que existía interés de las autoridades en mantener control de la región.  Méritos: Fernando Manuel de la Escalera. AGI, Indiferente 137, N. 4. 

[3] Moscoso, Francisco. La Sublevación de los Vecinos de Puerto Rico: 1701-1712. San Juan de Puerto Rico. Ediciones Puerto. 2012. 150 páginas. Página 11. Nota 16.

[4] Acta de Bautismo de Gabriel Negrón. Iglesia del Valle de San Blas Illescas de Coamo. Libro I: 1701 -1722. Folio 30 v. Número 242. A partir de 1717, Domingo Negrón y su cónyuge, Juana de Santiago aparecen bautizando a sus hijos en la Iglesia de San Felipe de Arecibo. Gabriel contraería matrimonio con la arecibeña Gregoria Maldonado Hernández y procrearían a Manuel Negrón Maldonado. Quien sería nombrado primer Teniente á Guerra del Partido de la Vega. / Actas del Cabildo de San Juan Bautista de Puerto Rico: 1730-1750. Barcelona, España. Publicación Oficial del Gobierno de la Capital. 1966. Actas 159 (9 de agosto de 1743), 162 (9 de diciembre de 1743) y 165 (7 de enero de 1744).

[5] Defunción de Manuel Negrón. Libro II de Defunciones. Acta del 5 de abril de 1821. Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Vega Baja.

[6]Autos originales de la demolición del Hato y Criadero de Manaty avajo, y reparto de su terreno para establecimiento de labranzas sin perjuicio de la annual peza. Año de 1762. Fondo G.E. Sección A.C.P. Asiento Tribunal de Gobierno 1751-1824. Caja 187. 1 de septiembre de 1762. Folio 13. Fotocopia obsequio del Sr. Wilhem Hernández.

[7] Copia del espediente de demarcación de la línea divisoria de los territorios de Vega baja y Manatí. Legajo 1847. Expediente 4. Colección particular de la Sociedad de Investigaciones Arqueológicas e Históricas Sebuco, Inc.

[8] Abbad y Lasierra, Fray Agustín Iñigo. Historia Geográfica, Civil y Natural de la Isla de San Juan Bautista de Puerto Rico. Estudio preliminar de Isabel Gutiérrez del Arroyo. Editorial Universitaria. Río Piedras. 1979. 320 páginas. Página 125.                         

[9] Miyares González, Fernando. Noticias particulares de la Isla y Plaza de San Juan Bautista de Puerto Rico. Apunte preliminar por Eugenio Fernández Méndez. Ediciones de la Universidad de Puerto Rico. San Juan, 1957. 146 páginas. Páginas 65-66.

[10] Abbad y Lasierra, Fray Agustín Iñigo. Op. Cit. Página 125.                         

[11] El 1 de febrero de 1794, el obispo Francisco de la Cuerda y García promueve las dos iglesias de Espinoza y de El Naranjal como “parroquias” independientes de la Iglesia de la Virgen de la Candelaria y San Matías Apóstol de Manatí. AGPR. FGE; Serie: Asuntos Políticos y Civiles, Visitas 1824-77, caja 191. Al menos de la Iglesia de El Naranjal era “ayuda de parroquia” de la de Manatí desde el 29 de abril de 1791. 

[12] Copia del espediente de demarcación de la línea divisoria de los territorios de Vega baja y Manatí. Legajo 1847. Expediente 4. Colección particular de la Sociedad de Investigaciones Arqueológicas e Históricas Sebuco, Inc.

[13] Copia del espediente de demarcación de la línea divisoria de los territorios de Vega baja y Manatí. Legajo 1847. Expediente 4. Colección particular de la Sociedad de Investigaciones Arqueológicas e Históricas Sebuco, Inc.

[14] Don Lorenzo Manzano se desempeña como Teniente á Guerra del Partido de Manatí al menos entre las fechas del 24 de diciembre de 1768 al 24 de diciembre de 1772.

[15] Don Francisco de los Olivos fue Apoderado o Capitán Poblador del Partido de la Vega. En el momento en que se lleva a cabo el deslinde del 24 de diciembre de 1768 entre la Ribera de la Vega y el Partido de Manatí ya este había sido seleccionado por los vecinos como su apoderado. Cuando se oficializa la fundación del Partido de la Vega el 19 de junio de 1775, este se desempeña como su primer Alcalde Ordinario. Todavía para el 18 de enero de 1782 se mantenía ocupando la poltrona municipal.

[16] Don Francisco López fue Capitán Reformado de las Milicias Urbanas de Manatí y desempeñó el cargo de Teniente á Guerra. Carta del Gobernador de PR a Arriaga del 08 de ago de 1759 Dando cuenta de los piadosos esfuerzos con que intentaron reedificar su iglesia los vecinos del pueblo de Manatí a su costa,  y acompaña los autos de la competencia subsitada entre el Obispo y su jurisdicción para la intendencia de la obra. AGI – Santo Domingo 2285 Reales Cédulas sobre mercedes,  multas,  indultos y penas de cámara. 25. PR. Este contrajo matrimonio con María Magdalena Villafañe de Aranda, el 12 de julio de 1721 en la Iglesia de San Felipe de Arecibo. Su cónyuge era hija de Don Sebastián Antonio Durán de Villafaña, Apoderado o Capitán Poblador del pueblo de Manatí.

[17] Abbad y Lasierra, Fray Agustín Iñigo. Historia Geográfica, Civil y Natural de la Isla de San Juan Bautista de Puerto Rico. Estudio preliminar de Isabel Gutiérrez del Arroyo. Editorial Universitaria. Río Piedras. 1979. 320 páginas.                          

[18] Las familias Vega, Bonilla y Negrón eran parte de las familias de hateros y estancieros que se habían asentado en la Ribera de la Vega durante la primera mitad del Siglo XVIII. Pese a los conflictos en que pudieran estar involucradas las tres familias se observan estrechos vínculos entre las mismas por matrimonio. El patriarca de los Bonilla fue el castellano Juan Salvador Díaz de Bonilla. Este contrae matrimonio con Clara de la Vega Maldonado el 22 de marzo de 1734 en Arecibo, entrelazándose por matrimonio con la familia de Marcelo de la Vega, vecino de la Ribera de Manatí. Su hija Manuela contrae matrimonio con Juan Dávila Polanco el 6 de julio de 1770 en la Iglesia de la Santa Cruz de Bayamón y su descendencia tendría un papel protagónico en el quehacer económico y político del Partido de Vega Baja durante los Siglos XVIII y XIX. En segundas nupcias contrae matrimonio con la arecibeña María Monserrate Serrano el 2 de junio de 1738. Esta era nieta de Don Sebastián Antonio Durán de Villafaña por línea materna. Al igual que los Bonilla, la familia Negrón se entrelaza mediante matrimonio con la familia de la Vega. Sin embargo, parece que no existió dicha alianza entre éstos y la descendencia de los Bonilla. 

[19] Miyares González, Fernando. Noticias particulares de la Isla y Plaza de San Juan Bautista de Puerto Rico. Apunte preliminar por Eugenio Fernández Méndez. Ediciones de la Universidad de Puerto Rico. San Juan, 1957. 146 páginas.

[20] Como parte del estudio del desarrollo histórico de la región ha prevalecido consistentemente una confusión con datos provistos en los documentos de la época sobre la Ribera de la Vega y el Partido de las Vegas de San Sebastián del Pepino. De hecho, en Coll y Toste, Cayetano.“Boletín Histórico de Puerto Rico”. Tomo I. Tipografía Cantero, Fernández y Co. San Juan. 1914. Se observa dicha confusión con relación a dos Cédulas Reales, Números 443, del 26 de julio de 1777 y 479, del 14 de febrero de 1779, las cuales aluden a la Iglesia de las Vegas, y al Cura del pueblo de las Vegas. De las cédulas en cuestión se desprende que la iglesia a la que se hace referencia no era la iglesia de La Vega si no de Las Vegas de San Sebastián del Pepino.

[21] Don Manuel Negrón Maldonado fue el primer Teniente á Guerra designado para el Partido de la Vega. Ya para el 1 de diciembre de 1779, se desempeña como primera autoridad militar del mismo y pese al hecho de que a finales del Siglo XVIII es sustituido por Don Juan Correa [Ortiz], vuelve a ocupar la Tenencia á Guerra de 1809 a 1812. Sin embargo, al menos desde el 21 de junio de 1792, figura como Teniente á Guerra Retirado. INSR, Libro I de Defunciones, Folio 3 vlto, Número 20.El historiador Luis de la Rosa Martínez lo identifica como Manuel Negrón Benítez, variación del nombre que era muy común en dicha época donde se hacía uso arbitrario de los apellidos. Sin embargo, este era hijo de Gabriel Negrón de Santiago y de Gregoria Maldonado Hernández. Su abuelo paterno era Domingo Negrón, dueño del Criadero del Algarrobo; uno de los criaderos del Partido de Manatí. 

[22] El fraile benedictino Agustín Iñigo Abbad y Lasierra anota sobre las prerrogativas de los Tenientes á Guerra eran las siguientes. “Todos los pueblos de la Isla tienen un juez nombrado por el gobernador, con título de teniente á guerra: a éste pertenece el gobierno de su pueblo, según la instrucción y órdenes del gobernador. Su principal encargo es tener arregladas las compañías de milicias urbanas, que se componen de todos los vecinos que no están alistados en las milicias disciplinadas; poner un cuerpo de guardia de dichos urbanos en la cárcel pública del pueblo y otra en la vigía que tienen en la costa para celar las deserciones de los esclavos, evitar contrabandos, limpiar los caminos, llevar las órdenes y pliegos de un pueblo a otro, conducir los presos a la Capital y dar parte de ella de lo que ocurre en sus respectivos distritos.

     También pertenece al teniente a guerra cobrar los derechos sobre las tierras, el salario del cura, hacer pagar las deudas, que no excedan de 50 pesos y actuar en todas las causas, hasta recibir la sumaria y en estos casos hace de juez y escribano. En ausencia del teniente a guerra, el sargento mayor substituye sus veces; ambos llevan bastón, que es el distintivo de su empleo.

     Tiene facultad de citar el pueblo a juntas generales, repartir a cada vecino la prorrata que le corresponde pagar para el salario del cura, para la fábrica de la iglesia, para el cuartel de milicias o cárcel pública…y así cada vecino exhibe la cota que le señala el teniente a guerra para subvenir a las cargas concejiles, en que suele haber notables fraudes.” Ob. Cit. Páginas 147-148.

[23] Carta de Manuel Negrón al gobernador Josef Dufresne del 18 de enero de 1782. AGPR FGE, caja 598.

[24] El 1 de febrero de 1794, el obispo Francisco de la Cuerda y García promueve las dos iglesias de Espinoza y de El Naranjal como “parroquias” independientes de la Iglesia de la Virgen de la Candelaria y San Matías Apóstol de Manatí. AGPR. FGE; Serie: Asuntos Políticos y Civiles, Visitas 1824-77, caja 191. Al menos la Iglesia de El Naranjal era “ayuda de parroquia” de la de Manatí desde el 29 de abril de 1791. 

[25] El Dr. Cayetano Coll y Toste anota que el 18 de abril de 1799, mediante la Real Cédula, se había aprobado la fundación del pueblo de la Vega o Naranjal. Coll y Toste, Cayetano. Boletín Histórico de Puerto Rico. San Juan, 1914, Tomo 1, Página 246. Cabe señalar que también anota que mediante una Real Cédula del 18 de abril de 1779, se había aprobado la fundación del pueblo de La Vega. Ob. Cit. Tomo XIII, Página 124. Si tomamos en consideración que ya se había oficializado la fundación del pueblo de La Vega desde el 19 de junio de 1775 y que es a partir del 1797 que se comienza a hacer la distinción a nivel administrativo entre Vega Alta y Vega Baja, resulta lógico pensar en la fecha del 18 de abril de 1779, como la correcta.  

 

[26] Don Juan Correa [Ortiz] ocupa la poltrona municipal para el 5 de octubre de 1800. Nació el 23 de julio de 1758 en Arecibo y murió el 4 de enero de 1811 en Vega Baja. Se casó con la manatieña Ana Navedo Caraballo. Este descendía del Capitán Antonio de los Reyes Correa.

[27] Don Rafael García Pagán, fungía como Sargento Mayor de la Compañía de Milicias Urbanas de Vega Baja pare el 12 de octubre de 1784. Su esposa, Da. Manuela Bracero Villafaña era hermana de Da. Baltazara Bracero Villafaña, esposa de Don Manuel Negrón Maldonado. Estas eran nietas de Don Sebastián Antonio Durán de Villafaña.

[28] El 21 de abril de 1797 se trasladan a la Capital la Compañía de Milicias Urbanas de Vega Baja para unirse a las fuerzas de defensa durante el ataque británico. Coll y Toste, Cayetano. Ob. Cit, Tomo 13. Página 199.

[29] El ingeniero ordinario Don Ignacio Mascaró y Homar fue Comandante del Puente de San Antonio durante el asedio británico de 1797.

[30] Copia del espediente de demarcación de la línea divisoria de los territorios de Vega baja y Manatí. Legajo 1847. Expediente 4. Colección particular de la Sociedad de Investigaciones Arqueológicas e Históricas Sebuco, Inc. Folio 1.

[31] Comunicación del 22 de marzo de 1809 de Don Manuel Negrón Maldonado al Gobernador. AGPR. FGE. Serie: Municipios. Caja: 598.

[32] Ibid.

[33] Ibid.

[34] Primer libro de Actas del Ayuntamiento (1812-1836), sesión del 1 de febrero de 1813. Colección particular de la Sociedad de Investigaciones Arqueológicas e Históricas Sebuco, Inc.

[35] Hernández, Wilhem. Morovis en la Isla: los orígenes del pueblo, 1815-1830. Volumen I. Gobierno Municipal de Manatí. Morovis. 1996. 181 páginas. Página 32.

[36] Ibid. Página 34.

[37] Don José Archilla Archidonilla Frigos nació en el pueblo de Radona, Soria, España. Durante el periodo revolucionario de la independencia de Venezuela llega a Puerto Rico. Vino acompañado de su esposa María Mercedes Rivero Rabelo. Muere el 31 de marzo de 1850 en Ciales. Datos suministrados por el Ing. José Cabiya.

[38] Morovis en la Isla… Páginas 34 y 55.

[39] Torrech San Inocencio, Rafael A. Los barrios de Puerto Rico. Fundación Puertorriqueña de las Humanidades. Colección Dr. Arturo Morales Carrión. San Juan. 1998. 190 páginas.

[40] Copia del espediente de demarcación de la línea divisoria de los territorios de Vega baja y Manatí. Legajo 1847. Expediente 4. Colección particular de la Sociedad de Investigaciones Arqueológicas e Históricas Sebuco, Inc.

[41] Santana Rabell, Leonardo. Historia de Vega Alta de Espinosa. Editorial la Torre del Viejo. Santo Domingo. 1988. 236 páginas.

[42] Don Francisco Casellas Ferrer fue Teniente á Guerra del Partido de Manatí en 1847. Fue sustituido, aparentemente por razones de enfermedad, por Don Agustín Collazo ese mismo año.

[43] Copia del espediente de demarcación…

[44] 9ª. Pregunta. Qué poblaciones y en qué parajes de la isla convendrá se establezcan para su mexor cultivo y disfrute; y qué señalamiento de terrenos convendrá se les haga para pastos comunes y demás usos públicos. Anejo XI fechado el 21 de agosto de 1775. ACSJ: 1774-1777. Municipio de San Juan, Puerto Rico. 1966. Páginas 305-306.

[45] Coll y Toste, Cayetano. Boletín Histórico de Puerto Rico. San Juan, 1914, Tomo 1, Páginas 45.

[46] Coll y Toste, Cayetano.  Ob. Cit. Tomo 13, Página 124

[47] Estamos estableciendo dicho periodo basándonos en el hecho de que el fraile benedictino anota en las Tablas de las páginas 153 y 165 de su obra que en La Vega no había ni iglesia ni cura para finales del 1776 y nos presenta un estado general del partido para el mismo periodo. Éste abandona el país a principios de 1778 y la obra es publicada en 1788.

[48] Nos parece que el hecho de que para el 1768 se llevara a cabo la delimitación del territorio entre La Vega y Manatí podría sugerir la posibilidad de que ya para esa fecha se había iniciado la construcción de la iglesia.

[49] Abbad y Lasierra, Fray Agustín Iñigo. Historia Geográfica, Civil y Natural de la Isla de San Juan Bautista de Puerto Rico. Estudio preliminar de Isabel Gutiérrez del Arroyo. Editorial Universitaria. Río Piedras. 1979. 320 páginas.                          

[50] Las familias Vega, Bonilla y Negrón eran parte de las familias de hateros y estancieros que se habían asentado en la Ribera de la Vega durante la primera mitad del Siglo XVIII. Pese a los conflictos en que pudieran estar involucradas las tres familias se observan estrechos vínculos entre las mismas por matrimonio. El patriarca de los Bonilla fue el castellano Juan Salvador Díaz de Bonilla. Este contrae matrimonio con Clara de la Vega Maldonado el 22 de marzo de 1734 en Arecibo, entrelazándose por matrimonio con la familia de Marcelo de la Vega, vecino de la Ribera de Manatí. Su hija Manuela contrae matrimonio con Juan Dávila Polanco el 6 de julio de 1770 en la Iglesia de la Santa Cruz de Bayamón y su descendencia tendría un papel protagónico en el quehacer económico y político del Partido de Vega Baja durante los Siglos XVIII y XIX. En segundas nupcias contrae matrimonio con la arecibeña María Monserrate Serrano el 2 de junio de 1738. Esta era nieta de Don Sebastián Antonio Durán de Villafaña por línea materna. Al igual que los Bonilla, la familia Negrón se entrelaza mediante matrimonio con la familia de la Vega. Sin embargo, parece que no existió dicha alianza entre éstos y la descendencia de los Bonilla. 

[51] Abbad y Lasierra, Fray Agustín Iñigo. Ob. Cit. Tabla de la Página 153.

[52] Como parte del estudio del desarrollo histórico de la región ha prevalecido consistentemente una confusión con datos provistos en los documentos de la época sobre la Ribera de la Vega y el Partido de las Vegas de San Sebastián del Pepino. De hecho, en Coll y Toste, Cayetano.“Boletín Histórico de Puerto Rico”. Tomo I. Tipografía Cantero, Fernández y Co. San Juan. 1914. Páginas 42 y 44 Se observa dicha confusión con relación a las Cédulas Reales Números 443, del 26 de julio de 1777 y 479, del 14 de febrero de 1779, las cuales aluden a la Iglesia de las Vegas, y al Cura del pueblo de las Vegas. De las cédulas en cuestión se desprende que la iglesia a la que se hace referencia no era la iglesia de La Vega si no de Las Vegas de San Sebastián del Pepino.

[53] Miyares González, Fernando, Ob. Cit. Páginas 65-66.

[54] Abbad y Lasierra, Fray Agustín Iñigo. Ob. Cit. Tabla de la página 165.

[55] San Miguel, Pedro. Ob. Cit. Tabla 3.3. Página 96.

[56] Ignacio Mascaró Homar era oriundo de Arenys de Mar, Barcelona. Era Capitán de Ingenieros y en 1786 fue nombrado ayudante de ingeniero. Después de su participación en la defensa de San Juan durante el ataque británico de 1797, es ascendido a teniente coronel. Muere en San Juan el 24 de octubre de 1814. Cifre de Loubriel, Estela. Ob. Cit. Página 322.

[57] De la Rosa Martínez, Luis. Ob. Cit. Página 27.

[58]Noticia Yndividual que se dá á S.E. el Sr. Gobernador y Capn. General en virtud de la Circular No. 60: de 10: de Mayo de 1824 en vista de las relaciones Ympresas, que adjuntas S.E. se sirve acompañar resumiendo para el efecto las seis personas mas notables del vecindario; y de mayores conocimientos.

[59] Vizcarrondo, Julio L. de. Elementos de Historia y Geografía de la Isla de Puerto Rico. Puerto Rico, 1863. Academia Puertorriqueña de la Historia, 2011. Página 66. 1776. Fundación de los pueblos, su situación, población y particularidades.

[60] Ubeda y Delgado, Manuel. Isla de Puerto Rico: Estudio Histórico, Geográfico y Estadístico de la misma. Puerto Rico. Academia Puertorriqueña de la Historia. 1998. Página 164.

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