Casas comerciales

     La penetración de diversas casas comerciales catalanas en el comercio local se advierte, al menos, desde el año de 1842 cuando “Cayol, Landa y Compañía”[1] y “Casellas Hermanos”[2] incoan varias acciones legales para reclamar el pago a distintos deudores locales.

Durante el año de 1847, prevalecen los reclamos de “Casellas Hermanos” y figura “Rafael de Rivera Aulet y Compañía[3] entre los acreedores. El 3 de marzo de 1845, figura Don Antonio Cayol como demandante contra Don Martín Rodríguez, estanciero del barrio Almirante Norte, por «…arreglo de cuentas y su pago.»

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[1]El 3 de abril de 1816, Don Lorenzo Cayol figura con una pulpería y una mercería en Manatí. Estuvo casado con la española Josefa Padró. En 1826 mantenía relaciones comerciales con San Thomas a través del Puerto de Tortuguero. En la década de 1830 formó junto a Don José Martí, residente en Morovis, la Sociedad Mercantil Cayol y Martí. La cual fue disuelta en 1834. Posteriormente organizan la casa comercial Cayol, Landa y Compañía también con base en Manatí con un representante en Morovis. Su representante en Morovis posiblemente era Don Salvador Lalanda, quien fue alcalde en 1846. Para el 1849 su negocio en Morovis tenía un capital de 1,400 pesos.

[2]La casa comercial Casellas Hermanos parece haber estado integrada por los hermanos Francisco Casellas y Bonocio Casellas. Aunque tenía base en Morovis, Francisco Casellas aparece pagando 4 pesos de contribución en Ciales en 1840. De hecho, Francisco Casellas figura el 17 de mayo de 1834, representando a Don Juan Juliá, vecino de Manatí, en una acción de cobro contra Don Gregorio Miranda en la alcaldía de Morovis. Don Bonocio Casellas Ferrer era natural de Blanes, Gerona. Llegó a Puerto Rico en 1830, donde se reunió con tres hermanos que ya vivían aquí. Fue alcalde de Manatí en 1872. En 1850 establece residencia en la isla su hermano Ventura Casellas Ferrer. Cifre Loubriel, Estela. Ob. Cit. Página 147.

[3]Don Rafael de Rivera Aulet figura en 1841con una tienda mixta en Ciales. El 21 de mayo de 1847, incoa una acción de cobro a nombre de su casa comercial contra Juan Gregorio Crespo representado por Don Pablo Soliveras.