
Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Publicado en Fototeca Jimmy Rosario el 13 de abril de 2023
La historia vegabajeña no es apropiable por ninguna persona, grupo ni por la institución del gobierno municipal. Algunos historiadores podrán reclamar legitimidad en lo que estudian, escriben o comunican, pero nunca será una verdad absoluta sin informar las fuentes en donde investigó. Tampoco se puede considerar cierta si hace afirmaciones mediante inferencias o conjeturas pues ya eso no sería conclusión ni síntesis, sino opinión. Vega Baja tiene una historia estudiada por sabios y otros investigadores que han logrado un avance significativo en el conocimiento e interpretación pero hay mucho tramo que caminar, especialmente con gestiones que nunca han dado fruto, pero pueden darlo.
En la Escuela de la Historia Vegabajeña hicimos varios trabajos mediante la participación de muchos investigadores, algunos de ellos sin experiencia, para que aprendieran del proceso. En nuestros proyectos siempre había seminarios de conocimiento sobre metodología y de información de lo que se había historiado, las fuentes de la historia vegabajeña y de aprendizaje in situ de lugares sonde estaba la historia y hasta la prehistoria. Mantuvimos una política de apertura a las opiniones diversas y al trabajo individual de cada investigador.
El Municipio Autónomo de Vega Baja se ha dado a la tarea de municipalizar la historia. Es una idea directa del alcalde, Marcos Cruz Molina. Pero en cada uno de los proyectos que está realizando, deja cabos sueltos o amarrados como ciertos, que no lo son. Se asemeja a lo que el historiador vegabajeño Dr. Carlos M. Ayes Suárez llamaba «historia falsificada» y que para mi es historia incompleta.
He sido colaborador del gobierno municipal desde la administración del alcalde Rafael Cano Llovio, quien me invitó a escribir en el Programa de Fiestas Patronales, miembro del Comité Bicentenario de Vega Baja de 1974 a 1987, cuando trabajamos con el libro «Vega Baja, su cultura y su historia» bajo la administración de Luis Meléndez Cano y aun con la presente, siempre que se me ha solicitado. A la par con mis aportaciones, he promovido la creación del comité histórico de la rama legislativa de Vega Baja y como ustedes saben, fui editor del Diario Vegabajeño desde 2006 hasta 2017, creador de Investigadores de la Historia Vegabajeña y de la Escuela de la Historia Vegabajeña. Recientemente hemos estado trabajando en el la creación del Museo Antropológico, arte y Cultura de Vega Baja. En esto último tenemos una dificultad práctica porque nuestro pueblo fue declarado zona cultural hace muchos años y hay restricciones hasta para poner una puerta en un edificio viejo.
Desde hace algunos años, el alcalde ha resentido mis escritos donde he señalado deficiencias y errores en la conservación de estructuras, objetos de arte y publicaciones. Creo que un desacuerdo en la pasada exaltación del Salón de la Fama del Deporte donde defendí la tradición y el protocolo desde 1996, fue la última diferencia que hemos tenido. Todas mis críticas son sanas, no van al carácter del alcalde, su honestidad, su gestión ni he señalado corrupción, porque no creo que exista. Solo persigo que lo que sea bueno, sea mejor.
De la misma manera que he expuesto detalles de insuficiencias para que no se repitan errores ni actitudes, más han sido los elogios escritos y públicos que le he hecho a su persona. En eso he sido consistente por más del tiempo en que ha sido alcalde y del que pueda ser. Y no es hipocresía ni ataque político. Solo manifiesto lo que sé de las cosas y lo que creo y siempre con un propósito noble. No sé hacerlo de otra manera, aun con la intensidad en que a veces lo expreso.
Varios meses atrás, se convocó a un comité porque el alcalde tenía interés de hacer una sala de deportes, más allá del Salón de los Inmortales existente en Casa Portela. Comenzamos a hacer un trabajo en consenso y no habíamos rendido un informe final, cuando disolvió el comité prematuramente. Luego fue personalmente a las casas de algunos de los pasados integrantes para conseguir información adicional.
No son necesarios los tropiezos. Muchos nos hemos ofrecido y servido adecuadamente por mucho tiempo, más del tiempo en que ha vivido personalmente. Su última decisión fue excluirme de las clases de historia, a las que nunca me invitó y después dijo que yo no había aceptado participar. Tampoco me invitó al comité de las banderas de los barrios ni a otras iniciativas municipales pasadas, en algunos de los cuales terminé haciendo el trabajo para que se lograran resultados. No se malinterprete, soy un obrero de la historia que he dado mi tiempo a que se construyan estructuras e interés de investigar. No se trata de buscar reconocimiento para mi persona, no lo he tenido, ni me interesa tenerlo. Hay muchos buenos historiadores vegabajeños fuera de nuestro pueblo que también pueden ayudar a que sea un logro pedagógico e histórico.
Me preocupa que el gobierno municipal municipalice la historia. Cuando hay obliteración, se pierde el talento. Los gobiernos que escriben su historia, le hacen un daño histórico a sus ciudadanos, que creen que las cosas pasaron de una manera y fue de otra. La consecuencia es que por tener una falsa salida, nunca ganarán la carrera. Empecemos por seguir la falsa noción absoluta de que estamos celebrando 245 o 246 años de historia de la fundación, ¿o acaso no han leído el escrito del Dr. Ayes en la misma revista que ustedes publicaron en diciembre pasado?
A los amigos y compañeros que me han preguntado si es conveniente el curso de historia que empieza mañana sábado en el Teatro América les he estimulado a que asistan. Es penoso que haya habido mucho secreto con la oferta pública que han hecho en su anuncio vistoso y colorido, pero es una buena iniciativa. No sé cual es el plan de trabajo y me parece que carecen de un método pedagógico, pero espero sinceramente que sobre la marcha, puedan tener un proyecto exitoso.
