
Por Thomas Jimmy Rosario Martínez DVPR
Publicado originalmente el 2 de octubre de 2014 en el Diario Vegabajeño de Puerto Rico
Cada año en el mes de octubre, tanto el Gobierno Municipal como la Iglesia Católica celebran las Fiestas Patronales, hoy día conocidas como Fiestas de Pueblo. Se escoge este mes porque de acuerdo a la historia de Vega Baja, el pueblo se fundó bajo la advocación de la Vírgen del Rosario en 1794. La historia de la Vírgen del Rosario, empero, se remonta a 1208 cuando Santo Domingo de Guzmán afirmó que la Virgen María se le apareció en una capilla del monasterio de Prouilhe (Francia) con un rosario en las manos, que le enseñó a rezarlo y que le dijo que lo predicara entre los hombres.
Además, le ofreció diferentes promesas referidas al rosario. El santo se lo enseñó a los soldados liderados por su amigo Simón IV de Montfort antes de la Batalla de Muret, cuya victoria se atribuyó a la Virgen. Por ello, Montfort erigió la primera capilla dedicada a esta advocación.

En la Calle Betances, frente al lado sur del templo de la Iglesia católica hay una sala dedicada a este santo católico.
Para muchos, es difícil entender cómo la religión se mezcla con la guerra y que de ahí salga toda una devoción a la Vírgen del Rosario y que hasta nuestro pueblo haya sido creado bajo esa premisa. Pero eran otros tiempos y Las Cruzadas eran la fuerza política detrás de la religiosa para imponer el cristianismo ante la fuerza de otras creencias. Pero ahí no termina todo.

La devoción a la Vírgen del Rosario decayó, como es usual, después que pasa toda la emoción y los seres vivos son sustituídos por nuevas generaciones. Un monje dominico revivió la devoción a la Vírgen y organizó a los devotos. Fray Alano de la Roca (Alain de la Roche) es considerado el primer gran difusor del uso devocional del Santo Rosario, denominado entonces Psalterio de la Vírgen. El declaró que la Virgen se le apareció y le pidió que la reviviera, que recogiera en un libro todos los milagros llevados a cabo por el rosario; le recordó además las promesas que siglos atrás había dado a Santo Domingo.
En el siglo XVI, San Pío V instauró su fecha el 7 de octubre, aniversario de la victoria en la Batalla de Lepanto, donde las fuerzas cristianas derrotaron a los turcos que invadían Europa (atribuida a la Virgen), denominándola Nuestra Señora de las Victorias; además, agregó a la letanía de la Virgen el título de Auxilio de los Cristianos. Su sucesor, Gregorio XIII, cambió el nombre de su festividad al de Nuestra Señora del Rosario. A causa de la victoria en la batalla de Temesvár en 1716, atribuida por Clemente XI a la imagen, el papa ordenó que su fiesta se celebrase por la Iglesia universal. León XIII, cuya devoción por esta advocación hizo que fuera apodado el Papa del Rosario, escribió unas encíclicas referentes al rosario, consagró el mes de octubre al rosario e incluyó el título de Reina de Santísimo Rosario en la letanía de la Virgen.
Como anécdotas, tanto la Virgen de Lourdes en su aparición de 1858 como la de Fátima en 1917 pidieron a sus videntes que rezasen el rosario. Gran parte de los papas del siglo XX fueron muy devotos de esta advocación, y Juan Pablo II manifestó en 1978 que el rosario era su oración preferida. Es patrona de las batallas, así como de multitud de ciudades y localidades repartidas por todo el mundo.
En nuestro escudo, aparecen los elementos de la religiosidad católica. El diseño lo hizo el Lcdo. Roberto Beascoechea Lota bajo la orientación del historiador vegabajeño Luis de la Rosa Martínez en 1974.

Dentro de la representación del Río Cibuco con sus meandros hay también ilustradas cinco rosas que son los cinco misterios del la Vírgen del Rosario. Un misterio, por definición, es cosa arcana o muy recóndita, que no se puede comprender o explicar. En la religión cristiana, es cosa inaccesible a la razón y que debe ser objeto de fe. Muy en particular, se refiere a cada uno de los pasos de la vida, pasión y muerte de Jesucristo, cuando se consideran por separado. Para cada uno de los misterios hay un texto bíblico de basamento.
En un momento dado, hubo una confusión entre la fecha de la fundación, que se atribuía el 3 de octubre y el tradicional de la celebración católica que es el 7 de octubre. Esto se debió a una información que dió por buena el también vegabajeño Don Agustín Alvarez Rodríguez basada en una información provista por el editor de una publicación. No habiendo documento de fundación, debemos aceptar la fecha del 7 de octubre como la correcta y de hecho, es la tradicionalmente aceptada y sancionada mediante una Ordenanza Municipal de la Legislatura Municipal de Vega Baja.
Las Fiestas Patronales fueron originalmente celebradas por la Iglesia Católica en los pueblos de Puerto Rico. Ciales, Yauco y Naguabo también las han celebrado. En Vega Baja hay varias anécdotas relacionadas con esa costumbre. El estado, mediante leyes desde principios del Siglo XX, permitió que los muncipios destinaran dinero a hacer celebración individual y Vega Baja también lo hizo. Se permitía hasta diez días de fiesta, o sea, la inclusión de dos fines de semana entre el mes de septiembre y el de octubre pero siempre incluyendo al 7 de octubre.
Cada año, la celebración ha sido distinta. Lo que era los tiempos de mis antepasados, los míos y los de mis hijos han ido evolucionando. En términos generales, la duración ha variado. En algunos años no se han celebrado y en otros se han suspendido. En la década de 1950 hubo pugna entre las celebraciones de la Iglesia y el Alcalde y se declaró un «Paralelo 38» que era un punto entre la Plaza y el terreno de la Iglesia Católica a semejanza del punto cardinal que dividía en aquellos tiempos a Corea del Norte y Corea del Sur y se hizo dos celebraciones, contrario a la costumbre de consolidar los dos eventos.
Los panfletos, programas o libros que se han hecho desde finales de la década de 1940 dan una idea de cómo ha ido evolucionando el concepto de Festas Patronales a Fiestas de Pueblo. Pero nada como nuestra propia experiencia para compartir lo que todos sabemos de esa época especial que anualmente hemos disfrutado todos.
Esta noche, en la clase de la Escuela de la Historia Vegabajeña, los Investigadores de la Historia Vegabajeña tendremos un encuentro con ese pasado interesante de las fiestas patronales y su evolución en el tiempo como preludio a las actividades de las Fiestas de Pueblo de la próxima semana.
