Por Thomas Jimmy Rosario Martínez

Uno de los problemas de la administración es la poca atención que pone al estado exterior de los edificios municipales. Eso ha sido tradicional, tal parece que la estética y la conservación no fueran parte de las labores usuales del gobierno local.

Nos dicen que en el caso del alcalde actual él no toca las apariencias hasta que vienen las eleccioes para dar la impresión de que la antiguedad es cosa nueva, que tal ha pasado con la Casa Alcaldía, la pista de trotar de Tortuguero y otras obras retocadas o reconstruidas recientemente y que ha calculado la restauración de la Cancha Moisés Navedo, el edificio Muñoz Marín y el Parque Atlético para acabarlo en el próximo evento electoral.

En cuanto al edificio de la Escuela de Bellas Artes, lo menos que parece es un edificio donde se enseñan artes. Está necesitado de limpieza y pintura y el arreglo de la letras fuera de cuadre que la identifican. Cuando se entra al pueblo por la calle Muñoz Rivera, no es la mejor impresión de un pueblo ordenado, sino el pórtico de un espacio abandonado de Puerto Rico.