Por Thomas Jimmy Rosario Martínez

Ayer dos congresistas hicieron campaña en Puerto Rico por unos candidatos de partidos minoritarios. Tengo mi dificultad de entender a los partidos incompletos y a quienes no votan aquí, no nos permiten votar allá. Pero vienen a decirnos cómo debemos votar.

En otros sistemas de gobierno, el partido de gobierno es el único. No se pueden agrupar para fines electorales grupos de personas que piensen distintos a la dictadura. Un partido de por sí, en las democracias, constituye una fracción del electorado y está destinado a ser mayoría, minoría o ninguna participación electoral.

En las papeletas que se va a votar, no encontraremos todos los partidos políticos en todas las papeletas ni encontraremos partidos políticos locales en dos de las papeletas. Por eso, esta elección no es convencional para el que presta su voto íntegramente o como se dice modernamente, para el voto útil.

El voto útil contrarrestra a otro tipo de voto que se llama voto de castigo, que se utiliza para derrotar usualmente a un partido que no se ha portado bien en su ejecución. Este año, sin embargo, aunque el Partido Nuevo Progresista, que es el partido incumbente, está en el poder pero el poder legislativo está en manos de las minorías, principalmente la popular.

Si se quisiera penalizar al gobernador y el comisionado residente, ninguno de ellos está para reelección y particularmente no están en la papeleta para repetir en su mismo cargo y de hecho, hay una separación ideológica entre las facciones que fueron a las primarias en ese partido. La ganadora Jennifer González ha dicho incluso, que no renovará a los mismos funcionarios de la administración Pierluisi.

El voto útil también puede ser a la inversa para castigar las mayorías y el liderato popular en las cámaras legislativas y en algunos municipios, por dificultar y no cumplir a su cabalidad las responsabilidades que se le otorgaron.

Pero hay otro factor, que son los tres partidos minoritarios que tienen alguna presencia legislativa y el senador independiente José Vargas Vidot. La creación de puentes entre dos partidos para elegir de entre sus miembros a dos o más personas entre candidatos de agua que no cuentan para nada, es meterse a un ring rodeado de púas con un brazo y un pié amarrado. Es un fraude moral haber postulado legalmente a candidatos que el mismo partido no quiere que salgan. A la usanza de Osvaldo Dorticós, Presidente de Cuba que para todos los fines quien gobernaba a Cuba era Fidel Castro.

Juan Dalmau era un candidato viable hasta que dejó de hablar de lo que siempre hablaba y a cambiar su discurso por el discurso electorero. ¿Dónde estaba la verdad, antes o ahora? Porque se puede decir que estos son otros tiempos, pero en esa maroma electoral de arriba se quisieron llevar a los de abajo, como es el Comité Local Municipal de Vega Baja, queriendo que los independentistas votaran por el candidato de otro partido para alcalde, a la imágen y semejanza de la invisibilización del candidato verdadero a comisionado residente del PIP y del otro candidato también invisible del Movimiento Victoria Ciudadana.

Yo sé quién es Javier Cordova Iturregui pero no se quién es Roberto Karlo Velázquez Correa. Ambos no son candidatos de verdad, solo lo son para llenar un hueco en una papeleta. Lo mismo que aquel senador por Arecibo que después de ganar el escaño oficialmente le dejó el cargo a Pedro Rosselló. Nunca más hemos sabido de él y hasta hay cuentos de que lo sobornaron. Missing in action.

La consecuencia es que el voto por Juan o integro por el PIP puede que fortalezca a ese partido pero derrotará a los otros partidos minoritarios que pudieran no conseguir los votos suficientes para sobrevivir como partido inscrito y a reducir el apoyo futuro de los mismos, si lo lograren. Es un suicidio consciente de los directores de estos partidos al darse cuenta de que eso mismo son, un partido, que es un pedazo del bizcocho. Y como los que ansían comer del cake o torta son tantos, lo que aspiran es a poco. Esto hace que se diluya el cool aid aguado para pasar a duras penas lo sólido. Penosamente, será difícil que lleguen al poder.

Llegar incompletos, sin candidatos electos para muchas posiciones, es aspirar a la mitad del aire que permite la función pulmonar. El resultado sería anticipable, gobernarían a medias. Y como ahora, los principales partidos y aun los minoritarios se quejarán de que la culpa es del otro. Y el ciudadano, confundido, los culpará a todos, cuando la culpa sería del mismo elector.

A falta de un apoyo expreso del pueblo, han creado una mentira como paradigma. Y han buscado a dos socias newyoricans que no están diciendo la verdad ni cumpliendo su obligación de ser patriotas de Puerto Rico. Trabajan para sus futuros contactos sociales y políticos. Ellas tienen otros intereses, pero apuntan a los partidos mayoritarios y se alían a los minoritarios con un nuevo discurso estratégico.

La minorías no son mejores que los otros que critican. Me sospecho, pues, que estas elecciones resultará en una purga para los partidos minoritarios. El Partido Independentista estaría en turno para al menos prevalecer como tal, pero poderosamente con mayor electorado aunque menor presencia legislativa estatal y municipal.

Sigo pensando que el voto íntegro, llamado voto útil está en la mente de los electores o puede estarlo en los próximos días, pues sigue habiendo mucho ruido y cada vez, menos nueces.