Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Aunque hemos apoyado el Cine Teatro Fénix y elogiado por su modernidad, servicio y presencia en Vega Baja, la ausencia de una política de administración eficiente le hace una carga económica para el presupuesto vegabajeño. Esto debe solucionarse en el futuro antes de que desaparezca por no ser una empresa rentable o que haya que entregarla a un tercero que la opere, si hubiese alguien interesado en operarla.
El alcalde ha mentido al decir que es una operación autosostenible, sin contar la inversión que ha hecho mediante fondos municipales y que mantiene su operación actualmente. Lo cierto es que la asistencia es exigua y tiene que inventarse maneras de allegar fondos dando la entrada gratis con la compra de un combo de golosinas. Han dado también tandas gratis a estudiantes y a grupos de empleados. Eso sin duda aumenta los gastos y reduce o hace negativo el beneficio y cubrir gastos.
El Gobierno Municipal debe cambiar la información y la visión de operación del Cine Teatro Fénix. No debe mentir cuando es evidente que no es una operación exitosa. Siendo la única empresa municipal, no es buen ejemplo, por lo que Edwin (Win) Marrero lo ha adoptado, con razón, como un issue político. El mismo Marcos Cruz Molina, con sus actuaciones, lo ha convertido en un asunto de esta temporada electoral. Los detalles negativos evidentes están en el maquillaje que le ha dado a los informes económicos obviando la inversión y aportación municipal para lograr la operación de día a día y mentir diciendo que cubre sus gastos.
Tan grave es la situación de la empresa, que no sabían cómo resolver el problema de la ausencia de dinero, pues pospusieron la preparación de los informes anuales ante el Departamento de Estado hasta agotar todas las fechas de caducidad posible, utilizando el recurso de la extensión de tiempo. Como hizo con el Contralor Electoral que por poco le cuesta su descalificación como candidato a alcalde. No sólo ha administrado mal, sino que no se ha enfrentado al problema. Una mezcla de falta de ideas, negligencia, indiferencia y hasta actuaciones dudosas de un funcionario que supone una conducta correcta y ascendente, mintiendo expresamente sobre el particular.
Ahora espera que se diluya la verdad con el tiempo que falta hasta la campaña. Win sabe, como empresaro exitoso de comercio, no hay duda, y no se la ha dejado pasar. Le puso el cascabel al que tiene ojos de gato.
La voz vegabajeña 