Publicado originalmente el 17 de diciembre de 2022 en Archivo Virtual Vegabajeño/Fototeca Jimmy Rosario.

Hace unos minutos salí de la presentación de la sexta edición de la Revista Vega Baja, dedicada a Adrián Santos Tirado. La edición, como las anteriores, excelente, con mucha información sobre el polifacético autor, pintor, músico e historiador vegabajeño, buenas fotografías y excelentes escritores. No puedo decir nada que no sea positivo de esta gestión municipal.

Pero no sé porqué, se omite su trabajo como historiador. Adrián fue el autor del primer compendio de historia vegabajeña que se llama precisamente «Vega Baja, pueblo del melao-melao» se editó en 1969 como parte de la serie «Los Municipios de Puerto Rico» bajo la égida del Departamento de Instrucción Pública de Puerto Rico. Pero no es su único trabajo. Hay otros más publicados en las páginas de las revistas Escuela y otras que producía el Gobierno de Puerto Rico.

En el libro Vega Baja su historia y su cultura fue el autor de las secciones Principales Recursos Naturales de Vega Baja, Perfil Literario de Vega Baja, Vega Baja en su folklore y Arboles y Plantas Medicinales de Vega Baja, además de otras colaboraciones anónimas y haber actualizado posteriormente ese libro, lo que permanece inédito. Era un investigador nato, que le buscaba su orígen a todo, con una especial preferencia por lo vegabajeño. Su estilo para los escritos de historia es fácil de leer, simple, como acostumbraba a escribir para niños y jóvenes.

Otro aspecto que no encuentro en la Revista es su inmensa labor en la Junta Bicentenaria y la Comisión del Libro, que duró dos décadas y que produjo el único compendio histórico sobre Vega Baja.

Tal vez buenos deseos e intención de honrar a nuestros buenos vegabajeños no sea suficiente. Cuando se va a escribir sobre historia, hay que buscar todas las fuentes y no depender en buenos escritores para escribir trabajos que produzcan un resultado inconexo o incompleto.