Por Thomas Jimmy Rosario Martínez
Hoy es mi mejor Día de Navidad. De varias crisis en mi condición de salud en estos días, recibí la visita de mi hija Jimaris, con un regalo de vida, cuya naturaleza increíble ocupó un espacio breve pero significativo en esta etapa precaria de mi salud. De esto hablaremos eventualmente.
Quiero reconocer las cientas de expresiones de recuperación y salud de todos ustedes, que entre ratos leo y tengo que parar pues me emociono. A todas las que he podido alcanzar a ver, les he puesto al menos un «me gusta», pero a medida que salga de esto, seré más comunicativo. Al menos, por ahora me hacen sentir una buena compañía y solidaridad.
Tenía un hipo que no se me quitaba. Me recordó un viejo merengue que decía «yo tengo una bolita que me sube y me baja». Era tan fuerte, que ignorante, le pedí consejo al doctor creyendo que solo existía dejar de respirar, ponerse un chavito en la frente con un hilito o la técnica del susto. Creo que a familiares y amigos les rogué que me dieran un susto, pero no se atrevieron por temor a empeorar la condición.
Pues fui sorprendido de que había la pastilla, me la dieron y me he sentido mejor desde anoche.
Para mis queridos amigos y amigas Herminio, Madeline, Otilio y Robert, gracias por mantener contacto telefónico.
A Pelón, Miniliza, Paloma, Luna, Jossie y Papi, les agradezco su parrandita navideña de anoche. A mi nieta Jossie, por su regalo de dos bellas obras pictóricas juveniles.
A todos, !Feliz Navidad!

